Supconeshot (Wattys 2019)

Pink effect

Estás oculta en aquella casa de campo que tu hermano usaba para escapar de la vida rutinaria en Metrópolis. Has huido desde la gran torre que diriges por causa de ese efecto aterrador que te produce cualquier mujer que se te cruce. No te atraen precisamente para invitarles a pasear, sabes que esa sustancia que agregaste demás, ha hecho que tus más bajos instintos afloren y por tanto tu comportamiento sea totalmente desproporcionado y fuera de lugar.

Aún recuerdas esa misma noche de hace tres días, casi te vas sobre tu pobre secretaria. Haces un par de estiramientos en la rigidez de tu cuello y sacas esas imágenes de tu mente. 

El comedor se ha convertido en tu laboratorio y los utensilios de comida en tubos de ensayo. Evitas encender el televisor, pues la última vez que quisiste ver noticias de esa, terminaste en una larga sesión personal de autoservicio en el jacuzzi de aquel moderno baño.

Te sientes cómo un animal en celo, y eso te produce asco de ti misma. Nadie te mandó a meter ese polvo en aquella preparación y por ello te reprendes a ti misma por centésima vez.
El móvil que reposa en la encimera de la cocina suena por sexta vez, y de nuevo pasas olímpicamente de su llamado. 
Dos horas después decides atender aquel aparato antes de estrellarlo contra la barra.
¿Señora Luthor?
Pones los ojos ante la pregunta idiota del día.
No, soy el clon Jess.

Perdón, sé que pidió sin interrupciones pero la señorita Danvers no ha dado ni un paso de...
Lena ¿Estás bien? Necesito que hablemos.
No. Te lo dije ya Kara.
Tu pulso se acelera y las manos comienzan a sudarte.
Lena de verdad debo hablarte de algo. Es importante.
Tu vocecita te grita "es tu oportunidad" y tú lado racional te dice "ni se te ocurra".
No puedo Kara. Estoy en medio de algo.
Iré a donde sea necesario. Necesito tú ayuda Lena.

Te mantienes en una disputa interna, y finalmente cedes. Sabes que esto te costará caro.
Te envío las coordenadas en un archivo codificado. No se te ocurra filtrarlo al DEO.

Gracias Lena. Gracias.
Desconectas la llamada y aquel latido en cierta parte de tú cuerpo te advierte del peligroso terreno arenoso donde has entrado.
Suspiras y vencida te metes otra vez en el baño.

**

Ella acepto verme Alex, pero estoy muy nerviosa, que le voy a decir.

La verdad, que su querida madre te expuso a una extraña variante de Kryptonita y que por esa razón andas con tanta galantería por todo Ciudad Nacional.

¿Crees que ella pueda revertir el efecto?

Es nuestra única esperanza Kara. Eso o quedarte gay de por vida.
Miras la pantalla de tú teléfono con el ceño fruncido.
No es gracioso Alex.

Tienes razón, además en está familia la única lesbiana soy yo. Dos Danvers gay en esté mismo cielo no pueden convivir.
Te corta la comunicación y ves indignada una vez más el dispositivo en tu manos.
Alex idiota.

**

Tienes algo de temor con respecto a ese encuentro, confías en el buen criterio de Luthor, aunque Maggie ha dejado plantada en ti la semilla de duda.
Y si ella si gusta de tu hermana menor, la has empujado directo a la boca del lobo.
Tiras el teléfono en el mesón y el agente nuevo que has reclutado te mira contrariado.
Ignoras sus cejas elevadas y sigues concentrada en tu dilema.
Kara esta bajo el efecto de esa Kryptonita rosada, fuiste testigo en primera fila de cómo esos brotes emergieron en su piel del cuello cuando la hija del alcalde se presentó en su departamento con esa caja de bombones.
Esa niña mimada buscando meterse entre las faldas de tu hermana.
Suspiras ruidosamente y el rubio rompe el silencio.
Que le preocupa directora Danvers.