Supconeshot (Wattys 2019)

Killing Luthor

Transilvania 1907.

Sibiu es la ciudad más colorida de esté lugar, uno donde se encuentran las riquezas heredadas a mi padre adoptivo Jeremiah Danvers. Recordarlo hace que mi corazón se encoja. Suspiro y trato de pensar en otra cosa, cómo en mi plan elaborado en las semanas previas.
El recorrido en tren procedente de Bucarest es lento y aburrido. Llegamos tras largas horas de viaje a la estación, la gente camina de un lado a otro. No hay nadie para recibirme. Empujó mi pesado equipaje por aquellas calles empedradas del siglo XII y refunfuño para mis adentros.
Luego de atravesar casi siete manzanas y con la mirada de unos cuántos transeúntes sobre mi, finalmente llegó a aquella puerta marcada como Bloque X.
Un hombre joven y calvo me abre y saluda con una sonrisa afable.
¿Miss Danvers?
Afirmó ligeramente y estrecho la mano que de inmediato sale en mí dirección.
Pase adelante por favor.
El hombre toma el equipaje y yo me adentro al lugar seguido por este.
Jeremiah siempre hablo maravillas de usted, pero nunca le hizo verdadera justicia. 

Detengo mis pasos y miro a mi interlocutor con desconfianza marcada.
¿Le conocía desde hace mucho señor Luthor? 

Desde que era un niño. Solía pasar largos meses en Sibiu. Claro, eso fue antes de conocer a Eliza. Luego todo cambio. Sólo manteníamos contacto por correspondencia. Lamento su pérdida.
Me mantengo en silencio por largos segundos.

Él nunca me hablo de esté lugar.
Comienzo a caminar observando las pinturas de la época medieval que cuelgan en las paredes, reparo en una especialmente.
El castillo del conde Drácula.
Señaló la obra y una risa proveniente del joven suena como eco en el ambiente.
Esas son fábulas inventadas por los pobladores, una forma de llamar al turismo.

La explicación es superficial y él cree que ha logrado su efecto. Le miro mostrando una sonrisa lo más honesta posible.
Pasó dos largas horas en ese despacho atestado de libros en medio de papeleos.
Firmó cada uno de ellos tras leer detenidamente su contenido. Él ha intentado entretenerme para que no me fije de algunos aspectos, si supiera que mi objetivo va muy lejos de está desconocida herencia.
Continúo mi lectura y reparó en uno de los requisitos solicitados por el heredero directo que reclame los bienes de Evan Danvers, padre de Jeremiah.
Esto es ridículo.
Los ojos grises del testaferro que tengo en frente se me quedan mirando en busca de una explicación a eso.
No voy a quedarme seis meses en esté lugar.

Fue la condición que puso su abuelo. Quería que viera por sus propios ojos toda la belleza que hay en ésta ciudad.

Mi abuelo murió hace diez años señor Luthor .Tengo obligaciones en Londres y no puedo permanecer más de una semana afuera.

Lex, me puede llamar por mi primer nombre. Y son las condiciones, yo no redacte el testamento, pero tengo entendido que esa fue una petición expresa de Evan Danvers para su nieta.

El ruido que se cuela por la puerta donde horas antes ingrese me saca de concentración. Un golpeteo de tacones en la vieja madera emite ese crujido incómodo, espero a que termine para volver a mi discusión sobre el último documento.
¡Oh! Lo siento Lex, no sabía que estabas ocupado.

Giró en dirección a la voz y notó como la mujer parada en el umbral se queda estática. Me quedó viéndola como si fuera un imán que logra captar toda mi atención.
Es tan pálida su piel que parece hija de la luna, sus ojos son de un verde único, nunca vi un verde tan traslúcido en mi vida, la perfección en las líneas de su rostro, el cabello lacio y negro cayendo debajo de sus hombros, ese vestido azul que resaltaba aún más su color. Era definitivamente la mujer más hermosa que mis ojos han visto en está tierra.
Ella es la hija de Jeremiah, Kara Danvers.
Lex me presenta a la mujer que sigue sin pestañear en la puerta.
Lena Luthor, hermana menor de Lex.
Ambos intercambian miradas disimuladas que no logró descifrar.