My dear boss Zayn || Español ||

En mí lo ves.

No podía dejarle solo después de lo que hizo por mi. Al menos, pude cuidar de él a pesar de que es bastante difícil lidiar con un hombre borracho, necesitaba saber que él esta bien.

Él estaba completamente perdido y sin poder caminar firme y probablemente se hubiera desmayado. Decidí llamar a Angelo a su móvil pero él no respondía así que conduje a casa de vuelta.

Se quedó dormido bastante rápido una vez metido en el coche, lo cual me ha permitido admirarle durmiendo. E incluso cuando duerme se ve como un ángel, en paz. Él no parece el hombre peligroso que suele aparentar, como si pudieras ver lo que hay en el interior.

No puedo negar que lo que hizo la noche anterior me asustó pero también me tranquilizó a la vez. Como si él estuviera dispuesto a pelearse por mi si alguien me hubiera lastimado. En el fondo esto es todo lo que queremos, alguien quien sería lo suficientemente fuerte para sostenerte y nunca dejarte marchar no importa qué.

No sé si él puede ser ese hombre para mí, tampoco sé si estoy preparada para confiar en un hombre. Siempre he sido el tipo de chica que cuida de sí misma, nunca he necesitado que alguien me enseñe el camino. Lo he hecho yo sola. La cosa es, a veces quisiera tener a alguien quien me dijera que todo iba a estar bien, que puedo confiar en ellos.

Quizás es hora de darme un respiro a mí misma y darle a este hombre una oportunidad.

**

La mañana siguiente.

Empiezo a preparar café y cojo algunas pastillas en la cocina cuando Zayn lentamente se despierta por el sonido del agua llenando la taza. Empieza a estirar sus músculos, su desnudo pecho me da una vista completa de sus tatuajes. Lleva una mano a su pelo y se restriega los ojos lentamente, él es tan adorable.

Cojo el café y la medicina conmigo y me uno a él en el sofá lentamente para no aturdirle.

-Hola,- digo casi susurrando.

-Oh hola, -dice mientras bosteza, -espera ¿qué estoy haciendo aquí?- pongo el café en la pequeña mesa enfrente nuestra y me siento junto a él.

-Así que, ¿no recuerdas lo que pasó ayer?

-No realmente,- frunce el ceño,- solo sé que estaba borracho en el club y que tú también estabas allí.

-Muy borracho,- le corrijo,- ¿es todo lo que puedes recordar?

-No estoy seguro pero,- mira sus puños, llenos de moratones, entonces gira la cabeza para mirarme,- creo que he golpeado a alguien.

-Lo hiciste. En realidad le diste un puñetazo a Dylan en la cara, se cayó y ahí fue cuando los guardaespaldas decidieron sacarte del club.- él empieza a reirse.

-Ese gilipollas, ahora lo recuerdo,- pausa y ruedo los ojos,- pero ¿por qué le pegué exactamente?

-Porque él...- pauso porque realmente no quiero hablar sobre esto,- porque te pusiste celoso.

-¿En serio? -me mira sorprendido,- ¿y por qué estaría yo celoso? Quiero decir, ¿por qué estaría celoso de un patético niño?- ríe.

-Estás tan lleno de ti mismo- ruedo mis ojos.

-¿Así que, te gusta?- Pregunta.

-No es eso lo que quiero decir. En fin, no importa. -Le ofrezco el café y las pastillas. - Tómate una para el dolor de cabeza. -Los coje y me levanto cruzando los brazos. Miro al brillante cielo azul a través de la ventana e intento respirar porque no quiero admitir que él es lo único que tengo en la cabeza.