–¿Qué aconsejarías tú?
–Darle monedas y pedir un pequeño porcentaje de su trabajo en la primavera.
–Explícate.
–Su apariencia señala que viene de un sector pobre del reino, pero su comportamiento ni su actitud es la de un ladrón, no ha rogado por dinero, sino simplemente una oportunidad para pagar el impuesto un par de días más tarde... es un hombre honrado –dijo–. Si usted le ayuda entregándole una pequeña cantidad para levantar su campo o cuidar de sus gallinas, estoy seguro de que su gratitud será grande, la cual pagará con trabajo duro y respeto; probablemente hable bien de usted y los otros campesinos se den cuenta de que su rey se preocupa por ellos.
Sonrió –tu razonamiento se puede comparar al de cualquier miembro de la corte –dijo en voz baja, sintiéndose satisfecho por tales palabras y entonces tomó el rol de control nuevamente, explicándole al campesino lo que sucedería, para luego hacer una señal a uno de sus hombres para que le entregara lo que había prometido.
–Se lo agradezco su majestad, mi familia y yo estamos felices de ser considerados para recibir su gratitud, por lo que le prometo le entregaré mis mejores cultivos y animales para agradecer su amabilidad –dijo haciendo una reverencia algo exagerada mientras los guardias se acercaban para guiarle a la salida.
–Un hombre siempre agradece cuando se ayuda en la desgracia porque no cualquiera tienda una mano cuando no se tiene nada –susurró a su lado antes de que el mayor se levantara de su asiento.
Habían pasado casi todo el día escuchando a hombres y mujeres del reino que tenían distintas peticiones, pero solo unas cuantas habían obtenido una aprobación, pero a diferencia de ellas, la palabra del rey siempre debía ser escuchada por más insignificante que resultara.
Le vio cambiar sus ropajes por unos de un color más profundo que contrastaba con el tono frío de su piel y una pequeña sonrisa se formó en sus labios; extrañaba de cierta manera que sus cabellos marrones se mecieran acariciando su propia piel dándole una apariencia más respetable, pero debía admitir que era interesante verse seducido por un joven con una mirada férrea que destacaba fácilmente entre todos los rasgos de su rostro.
–Los pedí específicamente para ti, ¿te agradan?
–Me agradan, pero ¿no piensa que podría haber algún problema si los demás notan tales consideraciones?
–Eres el amante del rey –susurró acercándose por su espalda mientras el menor se reflejaba en el espejo–, es normal que sea considerado y tenga gestos como este, pero, podríamos olvidarlo si lo deseas –dijo con tono seductor.
Sus bocas se movían a un ritmo que habían conocido debido al tiempo y mientras los labios se rozaban una y otra vez, se pudo escuchar la voz del sirviente principal solicitando el permiso del rey para entregarle un mensaje. Kyuhyun se separó y pudo notar en la expresión del mayor que no le había agradado que lo hiciera.
–Adelante.
–Es una carta de su padre, majestad. –Y pese a ignorar lo sucedido dentro de sus aposentos, fue consciente de la hostilidad del joven monarca.
–Puedes retirarte –dijo sin siquiera verlo y antes de poder rebatir la orden de su rey, su mirada se encontró con la de su joven guardia, el cual con sutileza le dijo que no lo hiciera, un consejo que encontró acertado luego de recordar que el temperamento del pelinegro no parecía el mejor en ese momento.
Jonghoon casi podía asegurar la clase de contenido que llevaba aquel papel, pero leer de letra de su padre que tanto él como su madre deseaban un compromiso solo le hizo molestarse más, porque mientras estaban en otro reino decidiendo lo mejor para él ahora que su abuelo estaba a punto de dejar ese mundo, el asunto de los herederos parecía un tema igual o mucho más preocupante que el camino que tomaría el reino de Sahar.
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Enslaved {KyuSung}
FanfictionHabía conocido la tentación en el pasado y pese a ser un fuerte opositor de los caprichos, pronto se dio cuenta que deseaba tener el poder de manipular aquel temple que se mostraba sin temor y una firmeza que pocos poseían en su posición; deseaba es...