Enslaved {KyuSung}

Capítulo 18 "El destino de un hombre"

"Estoy buscando tus recuerdos en mi memoria todas las noches"

–¿Quién eres?

–Eso no es importante en este momento –respondió–, ahora, deja caer tu espada y te sugiero no intentes nada o tendré que verme en la penosa necesidad de lastimarte y dudo a ella le guste verte así...

Kyuhyun pensó que podría al menos huir si se veía en desventaja por la situación, quizás tomar su espada, esquivar al girar y chocar la suya con la del extraño a tiempo para no recibir una herida grave, pero cuando escuchó lo último todo él se paralizó por un momento porque eso significaba que sabía dónde estaba ella.

–I-iré, así que no la lastimen.

El extraño empujó la espada del menor haciéndola a un lado y ató sus manos a su espalda antes de vendar sus ojos; pudo escuchar los pasos de alguien más cuando avanzaron en el bosque y fue consciente de que le llevaban a un lugar lejano por el sonido de los pasos de los caballos, quizás porque sería peligroso que alguien los viera llevando a un hombre en su condición o probablemente porque su destino no se encontraba cerca.

Perdió la noción del tiempo y por un momento creyó reconocer una de las voces, aunque realmente apenas hubo un intercambio de palabras, por lo que solo podía suponer cómo serían las cosas cuando los caballos se detuvieran en alguna parte del camino y fue entonces que se preguntó por qué un extraño estaría interesado en él, por qué a pesar de que pareciera que Ahra era el objetivo, solo había sido un señuelo para evitar que diera pelea.

Escuchó puertas abrirse, el propio sonido de sus pasos en el piso y la voz seria de un par de hombres que sospechó cuidaban la puerta de la habitación a la que le llevaban y donde por fin se detuvieron.

–Así que tú eres el guardia del joven rey de Maljut –la tela había sido apartada de sus ojos y le tomó un momento que su vista se adaptara a la luz, pero no reconoció al hombre sentado en aquella silla ostentosa frente a él, pero eso no impidió que creyera encontrar cierta familiaridad en él–. No sé qué fue lo que ella vio en ti –susurró.

–¿Quién es usted? –y tensó la mandíbula cuando sus rodillas golpearon el piso después de ser empujado por la espalda.

–Esa no es la manera de hablarle al rey de Butzina.

"Espera, ¿rey de Butzina?, entonces él es el padre de..."

–Déjalo, me gustaría escuchar lo que tiene para decir, después de todo el jugó con el corazón de una de mis hijas, la princesa Taeyeon.

***

–Diles a los guardias que lo busquen y lo traigan de regreso –ordenó mientras miraba por la ventana de su habitación, no podía estar muy lejos, incluso si trataba de salir del reino.

–Majestad... –desde su posición no podía ver su expresión, pero por alguna razón creyó que lucía afligido, su semblante parecía decaído y pese a tratar de hablar con él, parecía negarse a escucharlo desde el alboroto suscitado antes.

–¡Dije que lo traigan! –exclamó–. Es una orden.

Jonghoon pudo percibir su propia fuerza al apretar los puños, pero más que enfado, se sentía confundido y desolado, ¿cómo podía haberse ido simplemente así?, pero lo que más le había dolido había sido escuchar de sus propios labios que se había obligado a sí mismo a disfrutar lo que hacían en el anochecer, pero entonces recordaba los últimos encuentros y se negaba a creer que eso podía ser verdad, en especial cuando le preguntó si él también le pertenecía y aunque no lo dijo en ese momento, era más que consciente en ese instante, de que así era.