Las Crónicas de Rebeca.

XV Capítulo

Nicholas Miller

Había despertado hace unas horas. Estaba solo en una habitación blanca, imaginaba que en otro hotel. No sabía si la mutación había funcionado, no me sentía diferente. Me paré de la cama y fui al baño. Mi cara estaba un poco golpeada y unas ojeras protuberantes adornaban mis ojos. ¿Cuánto había dormido?

Necesitaba ver a Rebeca… había tenido un sueño con respecto a ella. Me decía que iba a dejarme una nota y que se iba a unir a Vlad. No creía que fuera un sueño, por eso mis nervios estaban por los cielos. Me lavé la cara. Llevaba puesto unos pantalones grises y una camisa blanca. No quería saber quién me había cambiado la ropa.

Salí de nuevo a la habitación y busqué cualquier nota. No encontré nada, después de todo tal vez si hubiera sido  un sueño.

¿Estás seguro?

No era la voz de Rebeca… ¿Acaso la mutación había funcionado?

Tal vez sí, tal vez no.

Vaya, sí que era incómodo.

-Debes acostumbrarte. Ahora eres uno de nosotros.

Me volteé. Había un viejo al lado del baño. No lo pude reconocer al instante.

-Mucho gusto, Sr. Miller-continuó-. Mi nombre es Vlad, usted dígame Amo.

Me quedé callado. Así que la mutación había funcionado. ¿Qué podría hacer con éste nuevo poder?

Dejar a todos estos idiotas y unirte a Vlad… así evitarás la muerte. Hazlo, vamos.

No sonaba mal…

Es la mejor opción, si lo haces… salvarás a tu familia, evita que mueran.

¿Mi… mi familia?, ¿Qué les iban a hacer?

Los matarán.

No… no, no podía permitir eso, debía unirme a ellos. ¿Pero y si era un montaje?, además  Vlad no parecía interesado en llevarme con él.

-Acabo de tener una fuerte pelea con tu novia, es muy fuerte, me ha dejado muy poca energía y no tengo tiempo para estupideces- Su tono era frío.

-No es mi novia.

Pero eso es lo que quieres.

Esto se tornaba fastidioso. ¿Podían dejarme pensar?

-No me importa si es tu novia o tu amor platónico-prosiguió, me iba a quejar pero no me dio tiempo- Lo único que me importa de ella es su poder, le importas, no mucho pero sí lo suficiente como para poderte utilizar. Necesito que te unas a mí, la mutación no funcionó muy bien, pero tienes uno que otro talento, si no te unes a mí no sabrás controlar eso y harás que todos los estúpidos Carnales se enteren de que existimos, no voy a permitir eso. Además, si te tengo de mi lado, lo más seguro es que la señorita Moore vaya a buscarte, así la atraparemos. Puedes tenerla para ti solo y hacer lo que quieras con ella, pero tienes que ayudarme. Me ayudas, puedes volverte muy peligroso e importante, tener a Rebeca para ti y no morir, o, te quedas con tus estúpidos amigos, tu familia muere, igual que tú y provocas la tercera guerra mundial, ¿Qué decides?

Maldito idiota, obviamente que me iba a unir a él. No tenía mucha más opción.

-Me uniré a ti, ya lo sabes, pero tengo una condición.

-¿Cuál?

-Que, al atrapar a Rebeca, no le hagas daño.

-No lo haré.

Sonrío. Solo espero que todos me perdonen por hacer esto, tenía un mal presentimiento… todo iba a salir mal, y no había forma de evitar la dura realidad. Todos iríamos al reino de Hades.