Capítulo XXVII

163 10 0
                                    

Nicholas Miller

 

02/12/ 13

Ya, ya, ya. Sí, le rocé los labios. ¿Por qué?, buena pregunta. Creo que tenemos tantos problemas que estar juntos es lo único normal. Por eso Rebeca me quiere, porque soy el único punto de normalidad en su vida.

Me hubiera podido quedar allí, besándola todo el día, pero estaba seguro que Vlad ya había llegado y no podíamos hacernos esperar.

Ninguno de los dos dijo nada. Cuando llegamos a la casa, Rebeca me dio un apretón en la mano y entró rápidamente.

Como había predicho Vlad estaba tocando el piano. Música clásica.

-Ah, ¿Dónde estaban?-dijo, parando de tocar.

-Fuimos a revisar el campo de batalla, mi amo-dijo Rebeca con una reverencia. Qué buena actriz.

-Oh-Vlad soltó una risita- Qué encantadora, Beca. Me encanta que ya hayan empezado con su trabajo. Querida, me he dado cuenta de que has logrado bloquearme, no puedo entrar en tu mente. ¿Cómo?

-Bueno, mi señor. Descubrí la exquisita bebida que le da vida a todo, que mantiene en funcionamiento a los estúpidos Carnales: La sangre. ¡Oh delicias de la vida!

-Oh, mi bella Rebeca, no te voy a pedir que liberes tu mente, guarda tus pensamientos. Lo mismo tú, Nicholas. No voy a entrometerme allí. Sean libres de pensar por sí mismos, mis fieles vasallos.

-Muchas gracias, Señor-dijimos al mismo tiempo. Wow. ¿Por qué nos salía tan natural ahora?

-Beca, tu familia ha dejado de ser torturada y tu abuela está en casa. Espero que tomes esto como un premio. Tú, mi pequeña, serás la única que pueda detener la guerra y espero que me ayudes.

-Así será, Señor.

-No, no, no. Dime padre desde hoy. Veo en ti a mi pequeño y difunto niño. Los dos están llenos de vida y sedientos de venganza.

-Será un honor, padre.

¿Eh?

-¡Qué alegría, hija mía!- en serio parecía feliz- Pero lastimosamente no todo puede ser así de fácil y como notifiqué en mi carta ya es hora de su primer trabajo.

-¿De qué se trata, señor?-pregunté.

-Tendrán que matar a uno de los elegidos. Tienen plazo hasta el 5 de este mes. Ese será la declaración de guerra. Los acompañaran  algunos de mis otros esclavos. Creo que los conoces, Rebeca. Mañana parten de nuevo hacia Roma. Lea via.

Y desapareció.

No me había dado cuenta de la pálida que estaba Rebeca.

¿Qué pasa, Beca?, ¡¿Beca?!

¿Sabes… lo que… significa matar a un elegido?

No.

Sería matar la única esperanza de los brujos.

No tenemos más opción.

Es mi raza, Nick.

Pero tenemos que actuar. Vamos a actuar.

Después de unos minutos tocaron la puerta. Yo abrí y unos 10 vampiros entraron en la casa.

Bueno, no eran vampiros.

Mutantes.

-Bueno, bueno-dijo uno. Era alto y delgaducho- Aquí está la famosa Rebeca Moore.

-Fernando Ruiz.

Las Crónicas de Rebeca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora