XXI capítulo

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qValeria y Robert seguían buscando. Ya casi llegaba la fecha en la que los ángeles bajarían y todavía no tendríamos nada. Por suerte todos los ángeles caen directo en el Coliseo, así que Bruno y yo volvimos a Roma. Desde allí seguiríamos a Chavakiah, lo capturaríamos y le quitaríamos su espada.

En ese momento estábamos dando un pequeño paseo por los alrededores. El día era frío y un viento gélido movió los cabellos de Bruno. Ese día llevaba un abrigo negro y unos pantalones del mismo color. No había caído en cuenta lo guapo que era. Tenía unas largas pestañas y su clavícula era perfecta, no era muy cuadrada ni tampoco muy puntiaguda.

-¿Qué miras?-me preguntó, estaba sonriendo. Idiota.

-Nada, simplemente me daba cuenta de lo horrible que eres.

-Gracias, bruja.

-Espero que lo digas en sentido literal.

Era divertido estar con Bruno. Nos entendíamos, los dos haríamos lo que fuera para proteger a las personas que amábamos.  Aunque estaba segura de que me podía dejar tirada en cualquier momento, no me sentía rencorosa. Yo haría lo mismo.

-Debemos conocer bien el perímetro, Chavakiah no puede tomar ningún atajo que nos haga perderlo de vista. Creo que lo lograremos. Solo necesitamos camuflarnos.

Estaba ideando rutas para perseguirlo sin que se diera cuenta cuando la voz de Vlad se filtró en mi cabeza.

Eres muy astuta, mocosa. Pero nadie me gana”

Después de escuchar esas palabras un tremendo dolor de cabeza me invadió. Caí al suelo casi inconsciente. Escuchaba a Bruno gritarme a lo lejos pero no entendía que decía. Ya no estaba allí.

Estaba en una habitación sin luz. Me sentía desorientada. No entendía que pasaba.

Un reflector se prendió en frente mío y allí estaba Nicholas. Encadenado y lleno de moretones. Me miraba suplicante.

-Beca… sácame de aquí.

Su voz era ronca y casi no pude escucharla. Sus labios estaban partidos. No había tomado agua, iba a morir…

El problema es que él ya estaba muerto. Esto debía ser una broma de Vlad. Intentaba controlarme. Lo logró.

Corrí hacia él pero un gran muro de piedra se levantó entre nosotros. Frené en seco y cerré los ojos.

-¡Nicholas!

El dolor de cabeza volvió, escuchaba gritos agonizantes, seguramente de Nicholas. La habitación volvió a cambiar. Ahora Vlad estaba sentado en un trono a mi lado. Me separé rápidamente.

-Te dije que nadie me ganaba… por cierto, tu estúpido plan tiene muchos fallos.

¿Por qué se tenía que meter en todo?

-Espero que tengas más modales cuando empieces a servirme-dijo, estaba leyendo mi mente.

No había tomado sangre, pero intenté imaginar que formaba muros en mi cabeza. No iba a dejar que entrara. No podía saber todo lo que planeábamos.

No sabía si había funcionado.

-Solo te diré una cosa, Rebeca. Si no quieres que esto sea peor ríndete. No hagas planes en contra de tu nuevo rey.

-¿Nuevo rey?, no me hagas reír, Vlad.  

No respondió. Otra oleada de dolor me atacó. Intenté usar ese dolor contra él. Eso sí funcionó. Cayó al suelo. Ese era el secreto. Intentó volver a atacarme pero esquivé la onda. Logré manipularla y la envié hacia él. Algo pasó. Escuché un pequeño “clic” dentro de mi cabeza.

“Niña idiota… si supiera lo que le espera… toda su familia va a morir, pronto”

Imágenes se arremolinaron frente a mí. En una estaba Vlad hablando con Nicholas. Parecían muy amigos y estaban planeando cómo capturarme. En otra mi familia estaba cenando. Todo parecía tranquilo hasta que Vlad llegó y los capturó a todos.

Ahora tenía acceso a la mente de Vlad y estaba segura de que él no lo sabía.

-Escúchame, Vlad. No sé qué estarás planeando-mentí-. Pero pienso vengar la muerte de Nicholas-.Otra mentira- Y juro que voy a matarte de la forma más dolorosa que sea posible-. Verdad.

Todo se esfumó. Volvía a estar con Bruno. Los dolores de cabeza fueron remplazados por un fuerte mareo. Nadie se había acercado a mirar qué pasaba. Raro…

-¿Beca…? ¡Beca!, por el amor a toda la sangre. ¡¿Qué te ha pasado?!

-Vlad me atacó. Me hizo ir a otro lugar… mentalmente. Es complicado.

-¿Estás bien?

-Sí-. Intenté pararme, no funcionó.

-No creo que estés bien.

-La buena noticia es que ya tengo acceso a la mente de Vlad y él no puede controlarme ahora.

Bruno cambió su expresión y me jaló sin ningún cuidado. Casi me caigo pero él ya estaba allí para sostenerme.  Me cargó en brazos y salió a correr. Llegamos a un edificio abandonado y entramos. Parecía una vieja fábrica. Me dejó en el piso y se sentó cerca.

-¿Qué averiguaste?

-Nicholas le estaba ayudando. No lo secuestraron como habíamos pensado. Estaban planeando capturarme, no sé cómo. Menos mal que ese hijo de…

-Prosigue. ¿Qué más sabes?

-Tiene a mi familia. La va a utilizar como señuelo.

-¿Puede buscar más información?

Volví a entrar a la mente de Vlad. Era como abrir una puerta. Tenía pensamientos revueltos, pero logré captar varios sucesos. Vlad se estaba alojando en un pequeño museo en China. Era astuto. En ese momento estaba hablando con una chica guapa. Se parecía mucho a mí. Era… Sabana. No me inmuté mucho por esa noticia. Ya lo esperaba. Sabana no se quejaba y a duras penas hablaba, solo seguía órdenes. Robert se acercó luego y la agarró de la cadera. ¿Qué hacía él ahí?, ¿Ya lo había alcanzado?, ¿Dónde estaba Valeria?

Sabana se volteó y lo besó suavemente. ¡Por todos los ángeles caídos!, ¿Qué estaba pasando allí?, ¿Desde cuándo estaban juntos?, ¿Sabana era consciente o solamente la estaban controlando?, ¿Qué había pasado con su otro novio?

Unos minutos una figura delgada empezó a hablar con ellos. Parecía ser…

-¿Y bien?-preguntó Bruno.

-Robert y Sabana están con él. Tienes que contactarte con Valeria. Creo que la tienen.


Las Crónicas de Rebeca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora