Como un sueño

Capitulo 27

Capítulo 27

Narra Rumor
El resto de la mañana fueron solamente charlas familiares y viejas anécdotas.
Se que Zack estaba un poco fuera de lugar en ese momento, pero se lo compensaría...
Cuando terminamos de desayunar le pedí a Zack si podía acompañarme
- a donde vamos?- preguntó confundido
- sólo ven- dije tomando su mano y guiándolo al lugar del destino.
Salimos de la casa y nos dirigíamos al gran bosque
- donde estamos?!- preguntó impaciente - vamos a perdernos si seguimos caminando!
- tu sólo confía- dije mientras caminaba.
Tras varios minutos de caminata habíamos llegado.
Allí se encontraba el árbol, el más grande de todos, mi favorito en todo el bosque.
- es aquí- dije al cabo de un rato.
- vinimos al bosque?
- no es cualquier parte del bosque, es mi parte favorita del bosque, vengó aquí siempre que tengo que pensar, cada vez que tengo un problema, o simplemente cuando quiero estar sola, es mi lugar favorito en todo el mundo, quería mostrártelo...
- me encanta- dijo mirándome.
Pero luego de unos segundos su expresión cambió totalmente, tornandose triste y oscuro.
- que ocurre?- pregunté preocupada
- nada... es sólo que.... esto me recuerda a alguien- dijo bajando la cabeza.
- a si?
- me recuerda a mi abuelo- dijo triste.
- tu abuelo?, donde está el?
- el..... el está en un...... esta en un hospital psiquiátrico.... el tiene alzheimer....., el era el único que me entendía, el único que defendía. Cuando era pequeño mis padres y yo íbamos a visitarlo cada vez que podíamos, íbamos al bosque y buscábamos ramas para construir hogares para pájaros. Fueron los únicos días buenos en toda la infancia. Un día vinimos a visitarlo y no recordaba nuestros nombres, tampoco sabía quienes éramos. Lo llevamos al hospital y le diagnosticaron Alzheimer.- 

Estaba muy triste.
Esto lo había afectado mucho.
- hace cuanto que no lo visitas?- pregunte al fin acercandome.
- varios años- respondió el apenado.
- sabes que?, iremos a verlo..
- que?
- lo que oíste, mañana después de que te saquen el yeso de tu pierna iremos a visitarlo al hospital psiquiátrico.
- es enserio?
- claro que si- dije poniendo mis brazos alrededor de su cuello- tu me apoyaste con lo de mi madre, como no apoyarte con tu abuelo?-

- Zack - comenzó a revólver su cabello- debes saber que siempre, pase lo que pase, voy a estar allí para ti- tomé su barbilla para que me mirara a los ojos- siempre Zack.
El se acercó y empujo mi cabeza hacia la suya, haciendo que nuestros labios se encontraran, logrando un gran y apasionado beso.
- nunca te apartes de mi Rumor- dijo el alejándose sólo un poco.
- no lo haré- respondí antes de volver a besarlo fuertemente.
Cuando volvimos a casa, Zack fue directamente a su auto.
Nos tocaría un largo día mañana.

Narra Zack

La mañana siguiente desperté bastante temprano.
Estaba emocionado.
Extrañaba muchísimo a mi abuelo, no lo veía hace más de 2 años.
Además me encantaba ver a Rumor ahí para mi, preocupada por mi.
Me alegré aún más cuando escuche el claxon de un auto y estaba ella afuera esperándome para ir al hospital.
Había olvidado que debían sacar este molesto yeso antes de ir a verlo.
Con bastante dificultad baje las escaleras y me dirigí al auto.
Llegamos al hospital y Rumor me llevo, con la silla de ruedas, a la sala de espera.
Cuando nos dejaron pasar el doctor me revisó y autorizó a las enfermeras que que quitaran el yeso y las vendas que restaban.
Cuando salimos nos dirigíamos al auto.
- esto de que te saquen el yeso es un alivio, ya extrañaba caminar normalmente
- que bueno que estés feliz- me dijo Rumor con una sonrisa
- por lo menos ahora he vuelto a ser guapo y atractivo- dije con una sonrisa coqueta
- para mi, tu siempre has sido guapo y atractivo - respondió ella con otra maravillosa sonrisa.
Cuando salimos del hospital nos dirigíamos al hospital psiquiátrico, que quedaba a más de 45 minutos de camino, para ver por fin a mi abuelo.
- como te sientes?- preguntó Rumor en el asiento a mi lado
- emocionado, ansioso, preocupado, la verdad, no se qué esperar..
- tranquilo- dijo tomando mi mano y apretándola- yo voy a estar allí contigo..
Besé su mano y seguí conduciendo al hospital.
Estaba nervioso...

Tal vez me recuerde...
Tal vez este sea de sus días buenos...
Tal vez esté mejor..
 Quien sabe?, los milagros ocurren.