VIII

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— ¡Corre!— gritó Niall y agarré su mano y con la otra la gran valija mientras nos escapamos lo más rápido que pude. Los chicos subieron a la camioneta y me apresuré en lo más que pude mientras subía la valija. Los flashes no cesaban y eso me hacía sentir más presionada. Cuando por fin pude terminar respiré profundo. 

— ¡Eso fue… Asombroso!— dijo Liam— ¡Espero hacerlo de vuelta!

—No lo creo— susurré y me reí al instante dejando escapar la tensión acumulada dentro de mí—

—Mañana seguro estaremos en cada rincón de la televisión— dijo Harry acomodándose su cabello—

—Seremos la sensación del momento. Nos pedirán que hagamos películas de ninjas— habló Zayn. Todos nos reímos y luego de un largo recorrido llegamos a su casa. 

Bajamos y luego de unas bebidas cada uno se fue a su habitación y yo me fui a la que me mostró Niall, era grande y también tenía un gran balcón que estaba abierto y se podía percibir la suave brisa. Le agradecí y él se fue mientras me daba buenas noches. Abrí las cortinas del balcón y las estrellas daban una luz tenue. El cielo estaba estrellado y me dispuse a sacarme mi vestido y las botas. Me quedé en ropa interior y puse mi pijama que consistía en una musculosa negra y un pantalón rosa con conejos en todas partes. Amarré mi largo cabello castaño en una coleta y con una toalla húmeda para maquillaje saqué todo la pintura de mi cara. Y cuando mi cabeza tocó la almohada caí en un profundo sueño, junto a la brisa que chocaba en mi espalda. Cómoda y fresca. 

(…)

Los pájaros cantaban una dulce melodía y los rayos de un amanecer nuevo chocaban en mi cara hoy era mi gran día. Me estiré y abrí mis ojos perezosamente. Vi el reloj de la pared y eran las siete y media de la mañana. Tenía tiempo. De la valija saqué mis cosas para baño y me entré a bañar. 

Una vez en la ducha puse mi shampoo de Jazmines y el bálsamo, saqué con agua el exceso de jabón y enjaboné mi cuerpo. Luego cerré el grifo y me enrosqué en una toalla. 

Sequé mi cuerpo y puse las cremas hidratantes de lavanda, puse mi ropa interior blanca y negra y me puse el cancán rosa la maya negra y una pollera negra. Sólo para irme al auditorio de allí me pondré mi traje. Sequé mi cabello y lo até en un moño desordenado. Me fijé en la hora y eran las nueve menos cuarto. Bajé y no había nadie. Decidí hacer el desayuno

(…)

Los panqueques, los platos de frutas picadas, la crema, el café, el jugo de naranja, las magdalenas, la leche y el chocolate en polvo estaban servidas sobre el mantel blanco todo perfecto, sus tasas en cada lugar correspondiente, las cucharas y los platillos estaban en perfecto orden y sentí las pisadas bajar las escaleras.

— ¡Un desayuno como la gente!— gritó Niall y todos hicieron sonidos graduales. Cada uno me saludó con un abrazo de oso y un beso en la mejilla y se fueron a desayunar. Yo sólo tomé un pequeño plato de fruta picada y jugo de naranja. 

— ¿Eso no más comerás?— me preguntó Zayn con la boca llena de panqueques.

—Tengo la audición en unos veinte minutos. No puedo comer demasiado— dije y Niall y todos se levantaron— ¿Qué hacen?— pregunté

—Te acompañaremos a tu audición es lo menos que podemos hacer— les sonreí y agarré mi valija y todos nos dirigimos a la camioneta. 

En el camino los chicos trataron de calmarme diciendo que todo saldría bien para mi, que no habría nadie, era solo una audición. Traté, pero no pude, no con esta presión.

Llegamos al salón donde se harían las audiciones, pero estaba plagado de paparazzi. 

Abrí mis ojos, estarían grabándonos a todas, por el amor de Dios. 

—Anna— llamé a la directora del auditorio más famosa de la ciudad— ¿Qué es todo esto?

—Tus amigos— contesta con un tono calmado— Quieren ver tu audición y de las otras chicas— 

Luego de unos minutos los chicos estaban sentados en asientos acolchados rojos y ya habían salido la mayoría de las chicas para hacer su audición para ‘’Black Swan’’ ahora sólo quedaba yo. Y la respiración se me cortó al escuchar:

— ¡Bella McCarthy! ¡Tu turno!—

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Gritos SilenciososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora