XXX (no malpiensen)

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Absolutamente todo mi cuerpo estallaba en pedazos, me sentía demasiado adolorida hasta cuando respiraba oxígeno. La luz del sol se posaba en mis ojos ¿Había muerto? ¿Dónde estoy? No podía escuchar sonido alguno, excepto el de mi respiración y una máquina que hacía pitidos…esperen ¿Eso no administraba mi corazón? Eso significa que… ¡Estoy viva! No sabía si reír o llorar, pero hice ambas, no había nadie en la habitación blanca y pura… estaba en el hospital.

Pero cuando doblé mi cuello vi globos, oso de peluche y cartas que decían ¡Recupérate! Fotos de Bella lovers o algo así y de las Graviters. Oh Dios, ahora recuerdo que le dije a Noah que yo era su… Graviter. 

¿Qué día es? Me siento perdida, até una coleta a mi cabello y cuando quise pararme gemí del dolor punzante en mis costillas. La puerta se abrió y pude ver a Steve con barba de atardecer y sus ojos cansados. Me vio en la camilla y me miró a los ojos pero al segundo empezó a llorar.

—Oh hija mía— se acercó a mí, pero no dije ni una palabra— Perdóname, por favor estrellita— su cabeza se posó en mis piernas y sentí una punzada de arrepentimiento por decirle todo lo que le dije— Nunca quise hacerte daño, yo te amo Bella— 
—Shh— lo callé y con mis manos lo acerqué a mí— Yo te amo también, papá. No llores más por favor— él me abrazó con cuidado y quedamos hablando largo tiempo. Hasta que la duda se cruzó por mi cabeza
— ¿Y Noah? —Le pregunté y él abrió los ojos como platos— ¿Qué pasa?
—Olvidé llamarlo. Le dije que le lo llamaría si es que despertabas— Me miró con dulzura y sacó un cabello de mi cara— Estabas en coma desde hace una semana— abrí mis ojos como plato y el sacó su celular. Y marcó el número de Noah seguramente— Noah, soy Steve… no, no la vamos a desconectar… ella despertó… ¿Estas llorando?... no fue tu culpa, Noah… está bien yo tengo que ir a trabajar… Ya mismo le pregunto— papá me miró y tapó el auricular del celular— Tu príncipe azul pregunta si quieres algo de comer— me ruboricé y asentí
—Quiero un café de vainilla y… una magdalena de vainilla con chispas de chocolate— pensé en eso y mi estómago rugió del hambre, y con mis dos manos lo apreté avergonzada y ruborizándome
—Apúrate que ya su estómago va a ir por si solo a buscarlo— rió y se despidió de Noah— Me tengo que ir pequeña, el trabajo llama pero si necesitas algo llámame que volando vendré— me dio un beso en la frente y se fue.

Empecé a tararear la canción “Go whit Gravity” de Gravity 5 y sonreí como estúpida. Agarré la laptop que estaba a mi derecha y entré a Twitter, para decir a mis fans que me encontraba perfectamente bien, o algo. 

Y vi en tendencias que hablaban todo de mi

“#FeelBetterBella” 
“BellanatorsForever”
“#Jella”
“#GraviterLoveBella”

Oh Dios mío, puse en mi perfil para escribir un tweet y pensé: 

“Gracias por su apoyo, ya desperté y me encantaron sus regalos” y me saqué una foto con los regalos de fondo y pulsé enviar, y al segundo favoritos y Retweets se hicieron presentes, apagué la laptop y la dejé a mi costado cuando alguien abrió la puerta.

Era Noah, mi corazón bombeó sangre rápidamente cuando lo vi con sus ojos cansados y su cara pálida.

Me vio y largó un suspiro de alivio, dejó la bolsa de cartón a un lado y vino a abrazarme fuertemente, ignoré el dolor de mis costillas y lo abracé algo enredada con los cables del suero. No aguantaba estar aquí. 

—Estoy bien, Noah— le dije mientras acariciaba sus cabellos, oh Dios, le estaba tocando sus cabellos—
—Como te sientes— me dijo y al segundo se reprochó sabiendo que estaba en una cama de hospital.
—Dentro de todo… bien— dije sonreí, y de inmediato me dio mi café de vainilla y la magdalena— ¡Oh Dios! Gracias por inventar al hombre y su comida— miré hacia el cielo y Noah rió. 
—Es verdad pequeña— dijo y sacó de la bolsa su café— No comía nada desde hace una semana— rugió del hambre y de un segundo para el otro se fue comiendo su dona hasta que no habían ni migas, lo miré con dulzura y cuando él levantó su cabeza se formó una sonrisita en su rostro que hizo que mi estómago diera vueltas.
—Ve a darte una buena ducha, aféitate y ponte lindo— le dije retándolo— Y de paso duerme un poco. Estas un desastre— reí, en broma por supuesto. El me miró dulcemente.
—Volveré mañana pequeña. Te quiero— pero antes de irse, se dio media vuelta

<<Seguro me dará un beso en la mejilla>> pensé. Pero me equivoqué, lo que me dio fue un beso en mis labios, lento y seguro lo que logró que me derritiera en sus labios.
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Gritos SilenciososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora