Gritos Silenciosos

XVIII

Estaba sentada en la alfombra blanca, que tenía una gran mancha de sangre arruinándola toda. Pero eso ya no importaba, mi corazón, mi mente y mi autoestima caían en pedazos en frente de mí. Eran las ocho de la mañana, había faltado al instituto. No me sentía bien. 

Giré inconscientemente mi cabeza a la derecha y en el reflejo que me brindaba el espejo grande pude ver a una chica pálida, con sus ropas manchadas en sangre, con una cuchilla en la mano. Su rostro igual de pálido y traslúcido como el papel de arroz. Veía lo cuan deprimida estaba, veía como mi vida se fue al abismo y sólo quedó su cuerpo, pero su alma al igual que su felicidad se esfumaron. ¿Dónde quedó la chica que le gustaba reír, bailar y cantar? ¿Dónde quedó la alegría? ¿Y… los amigos? Esa felicidad indiscutible… Hasta esa charla que escuchó a hurtadillas en la cocina cuando apenas tenía diez años de edad. 

*Flashback*

<<— ¿Estás loca Miriam?— preguntó mi papi, yo me sentía como una gran espía, averiguando una misión.

—No es una mala idea— reprochó enojada mami. 

— ¡Claro que lo es! ¡No puedes hacer eso!— papá estaba furioso a punto de estallar y eso me hacía sentir triste. ¿Pero que estaría pasando?

— ¡Claro que la puedo meter en adopción! ¡Es un error en esta familia! Bella no tiene habilidades para nada, no nos servirá. Haslton es diferente, salió con dotes de modelo— mis ojos se empañaron ¿Adopción? Me entregarían a otra familia. 

— ¡Es imposible que no tengas sentimientos Miriam! ¡Es tu hija! ¡Nació de ti!— papá gritó furioso. 

—Bastante dolor para nada. Es una lluvia de lamentos, llantos y cosas que limpiar ¡No me ocuparé de ella!— Mi corazón se rompió, sentía una fea presión en mi pequeño pecho ahogándome. ¿Mami no me quería? 

— ¡Yo lo haré! ¡Haré todo para verla feliz! ¡Pero ni se te ocurra hacerle nada, porque contaré a los jueces que sometiste a una operación estética a Halston! ¡Lo juro Miriam!— no pude seguir soportándolo más, y me encerré en mi cuarto para caer en la puerta y llorar hasta quedar dormida. Sintiéndome la peor hija que una mami pudo tener.

*Fin del Flashback*

A los once años, la bulimia comenzó al igual que los cortes. Mi hermana por alguna razón siempre estaba enojada conmigo y me golpeaba hasta que perdía la conciencia. Encerrada en mi cuarto, como toda una marginada, viendo como ella salía a la fama y el dinero caía en ella como si fuera una lluvia. Sometiéndose a operaciones de pechos y trasero. Y yo callada, como un alma en la casa leyendo libros, contraté un tutor a mi disposición para no ser una ignorante en la vida. Escuchaba música rara, amaba el ballet que siempre fue mi pasión en mi vida. Y algún día triunfaría en eso. 

Saqué la alfombra del suelo y la tiré a la basura, miré las bolsas debajo de mis ojos y me lamenté por todo. Por haber existido y por haberme ilusionado con Noah Crawford, el famoso cantante del momento, el chico más hermoso del planeta y de buen corazón que haya conocido jamás. Y era el novio de mi hermana. Joder, esto estaba mal. Ella no lo quería, lo usaba para sexo y dinero. Maldita perra. 

Me entré a bañar a rastras, me sentía débil y sin ganas de nada, perdí demasiada sangre ayer, creía que iba a morir y me importaba un carajo si moría o no. Nadie necesitaba de mí. Era solo yo contra el mundo y sentía que algún día no llegaría… a soportar. 

Salí del baño envuelta en una toalla, miré a mis marcas, pero total no saldrí… Oh joder, la putísima madre hoy tenía los premios ¡Malditos premios! ¡Lo olvidé! Qué haría con todo esto. Lo cubriría con maquillaje y algunas pulseras. Me vestí de pijamas ya que había tirado todo y no saldría a algún lugar en particular. Ya que no tenía libros entré a mi portátil, mi notebook.

Cuando inició entré en Twitter y millones de menciones a cada segundo llegaban, mis seguidores habían aumentado al montón ahora de cinco mil había pasado a cien mil. Decidí cambiar mi icon por algo más moderno entonces, me puse en la playa, de un short y la parte de arriba del bikini parecía una foto completamente profesional, yo miraba al cielo y las olas se lucían mientras el sol hacía que mis cabellos se iluminaran y de header puse una foto de “Galaxia” me gustó el resultado por lo tanto lo dejé. Y quise escribir algo por lo tanto publiqué un “estado”

<<Hay cosas que duelen por dentro… Pero nadie se da cuenta>>

Luego de unos minutos entré a las interacciones y pude ver que dos mil personas retwittearon lo que había puesto… La mayoría de los tweets decían:

“Ella nos comprende”

“Eres fantástica”

“Noah te merece. Eres buena chica”

“Bellalover por siempre”

Le di favoritos a la mayoría, y cuando entré al Twitter de Noah sólo por casualidad pude ver un tweet, que pude saber que estaba dirigido hacia a mí:

“Yo si me doy cuenta. No me tengas miedo, estoy para ti” 

Mi corazón empezó a latir rápido y sonreí ¿Se había fijado? Oh Dios. Un mensaje de texto llegó a mi celular y lo abrí.

<<Nos vemos esta noche, la pasaremos genial. Te quiero pequeña. Noah>> 

Y sin dudarlo levanté un puño al aire, festejando.

________________________________________