Amber:Quizás no siempre llevé la sonrisa que tengo hoy en mi rostro, porque mintiera diciendo que no hubo momentos en los que solamente quería que la Tierra se abriera y me tragara, momentos en los que creí que nada tenía sentido a mi alrededor, y que el mundo conspiraba contra mí, lo que me llevó a hacerme una pregunta en más de una ocasión, una pregunta a la que no encontraba respuesta, pero hoy ya la sé, ¿por qué a mí?
Cada uno de nosotros pisamos esta Tierra con una misión, y con todo un camino por recorrer, uno que claramente no es para nada fácil, y que trae consigo varias batallas, unas más difíciles que otras, pero que siempre hay una forma de ganarlas. Puede que durante el trayecto las cosas se tornen difíciles, que todo sea oscuridad y sientas como si te estuvieras asfixiando debido a tanta presión, pero siempre hay una señal al final del túnel que nos guía y nos indica la salida, una luz que nos ilumina y personas capaces de recordarnos a qué vinimos, y por qué estamos aquí. Todo ello forma parte de esa historia que cada quien debe escribir con comas, puntos suspensivos y finales, esa historia llamada vida.Mi historia es simple y normal, nada del otro mundo, pero que sin lugar a dudas también es especial y única, como la de cada uno de nosotros. A mi corta edad perdí algunas batallas, pero también gané otras, el camino fue difícil por las piedras impuestas en él, pero tuve luces que me mostraron el camino correcto y me guiaron a la salida, mi familia, mis amigos, y él, ese chico de ojos verdes que hipnotizan, cada uno de ellos capaces de hacerme ver el mundo en colores. Estuve triste mucho tiempo, tiempo en que las lágrimas y el dolor eran mis fieles acompañantes, reí como nunca gracias a las bromas de esos amigos locos, que son una fortuna para mí, quise hasta tener el corazón roto, y me enamoré perdidamente con una intensidad que creía imposible. Hoy sí soy feliz, veo el mundo con otros ojos, pero no es solo por mí y mis cambios, sino por ellos, mis mayores tesoros, esa personitas que me demostraron que nunca es tarde para volver a empezar, que siempre en esta vida hay segundas oportunidades.
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Segundas Oportunidades.
RomanceDestruida y en pedazos, sí, así me encontraba hasta que llegó él y de un momento a otro me cambió la vida, me hizo ver el mundo en colores, me hizo darme cuenta de que nunca es tarde para volver a empezar, de que siempre hay una segunda oportunidad.