Capitulo 5

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Hola, les traje nuevo capitulo, estuve un poco inspirada y loogre acabar antes. Espero les guste la historia y me lo demuestren con sus comentarios :)

Saludoss

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Dean se alejó rápidamente, sabiendo que si continuaba percibiendo su suave fragancia a vainilla no podría detenerse. En el momento en que la vio de pie en la puerta, con ese vestido revelador, sus hormonas se habían disparado. Estaba reaccionando como un jodido adolescente. Había planeado tumbarla en la cama y desnudarla lentamente, mientras saboreaba su delicada piel. No obstante, al ver que ella comenzaba a desnudarse, preparándose para lo inevitable, decidió retrasar sus planes. Después de todo tenía siete días para tenerla debajo, encima o de cualquier modo deseara.

Tomó la chaqueta de cuero extra que había comprado para ella y se la tendió, mientras él se colocaba la suya. Ella observó su mano y acabó agarrando la prenda sin protestas, aunque en su ceño fruncido se notaba la confusión que debía sentir en ese momento. Le había costado toda su fuerza de voluntad contenerse cuando se coló entre sus piernas, más aún al notar lo receptiva que era. Porque en el fondo de esos ojos celestes, pudo ver brillar la excitación, al sentir el movimiento de sus manos.

—Debería decirte que cambiaras ese vestido por algo más cómodo, pero no quiero demorarme —comentó al tiempo que le ajustaba la cremallera a su cazadora. Ella repitió el gesto y dobló los brazos en jarras sobre su cintura.

—¿Puedo saber a dónde vamos? Enar no permite que dejemos el club junto a los clientes.

—¿Debo recordarte que no soy el típico cliente?

La oyó resoplar y se mordió el labio para no sonreír. Era toda una guerrera y admiraba esa cualidad, ya que la mayoría de las chicas de esa profesión tendían a ser sumisas y condescendientes. Tendió la mano y entrelazó sus dedos con los de ella, instándola a seguirle.

Atravesaron el pasillo que daba a otras habitaciones de las cuales se oían jadeos femeninos y gemidos masculinos. Algunos están pasándola bien, pensó Dean, pero no se arrepintió del giro que le había dado a la situación. Por alguna razón que desconocía quería pasar más tiempo con Sienna, saber la razón por la cual sus ojos se veían tristes, fatigados cómo si llevaran encima el peso de mil vidas. 

Atravesaron la puerta que comunicaba al club, donde una enfermera y una médica mostraban sus atributos sobre el escenario. Los hombres estaban descontrolados, sus gritos y vítores se hacían oír sobre la música. El lugar estaba repleto de gente, pero aun así distinguió a Steve, el encargado de una de las discotecas de su padre, hablando con Enar. Se acercó a ellos sin soltar el agarre de la mano de Sienna.

—Steve —saludó al muchacho, quien de inmediato alargó el cuello para notar a la beldad que él traía aferrada a su espalda.

Movió su cuerpo hasta que interrumpió su campo visual, Steve frunció el ceño y Dean notó que Enar los observaba enarcando una ceja.

—¿Está todo bien? —le preguntó al noruego, refiriéndose al encargo de las bebidas.

—Estábamos terminando de arreglar la entrega —comentó Enar dando un paso hacia ellos. Sintió que Sienna se tensaba y por instinto la atrajo hacia su cuerpo, asiéndola de la cintura.

—Perfecto. ¿Espero no te moleste me la lleve unas horas? —inquirió manteniendo la mirada fija en él. Parecía que estaban batiéndose a duelo, sus ojos reclamaban la victoria y comenzaban a brillar por el esfuerzo de mantenerlos abiertos. Hasta que el noruego pestañó, apartando la vista.

A cambio de un BesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora