Capitulo 19

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Su cuerpo le pesaba, como si estuviera cargando un enorme saco de harina en sus hombros.

Estaba acostado, podía sentir un rígido colchón bajó de él. Estaba descalzo, no tenía sus pantalones grises ni su camisa de manga larga para la presentación. Podía sentir una tela algo rasposa. Sentía la textura gruesa de una sábana tapándolo hasta el pecho.

¿Dónde estaba?

Intentó abrir los ojos pero tenía una fastidiosa luz blanca de bajo suyo. De momento la luz desapareció; dejándolo de molestar.

Se frotó los párpados e intento abrir los ojos nuevamente, está vez teniendo éxito.

En una esquina de la habitación estaba Zoé Alfaro.

No entendía el porqué estaba el ahí y no su alfa.

¡Miguel! ¿Dónde está?

"Por fin despiertas Doblas" Hablo por fin Alfaro después de un par de minutos observándose. "Te has desmayado y bueno, tuve que traerte al hospital"

"¿Dónde está mi alfa? ¿Le informaron sobre dónde estoy?" No agradeció ni pregunto solo lo que le había pasado solo quería a Miguel.

"¡Hey, Hey! Con calma." Hablo de nuevo Zoé. "He llamado a una persona mejor para venir a verte. Estoy seguro que su visita te sorprenderá"

Y con esto se encaminó a la puerta y salió sin decirle ninguna palabra más.

No estaba entendiendo nada. Podía sentir como un nudo en su pecho creía y empezaba a darle punzadas. Algo no estaba bien.

Pregunta tras pregunta aparecían en su cabeza. ¿De qué persona habla? ¿Violetta?

Si Miguel no estaba enterado de donde se encontraba, estaba seguro que su pareja empezaría a buscarlo. ¿Por qué no le avisarían?

La puerta se abrió nuevamente. Por inercia giró para ver de quién se trataba.

"Hola hijo mío" Steve apareció entrando a la habitación con Zoé pisándole los talones junto a otra chica vestida de enfermera. Olía a almendras confitadas. Tenía un gafette con el nombre de Polly en el.

Quedó pálido.

No. No. No. No. Esto no podía estar pasando.

"¿Me has extraño?" Su padre lo veía fijamente, un brillo malicioso se asomaba en sus ojos verdes. "¿Te han comido la lengua las ratas Rubén?" Bramó "Porque eso eres. ¿Lo sabías? Huiste de mi casa como una verdadera rata"

"¿Co-Cómo me en-encontraste?" Había empezado a temblar. Quería a Miguel ahora.

"¡Te he buscado desde el día que saliste por aquella ventana como un completo ladrón!" Gruñó "Tenía unos planes excelentes para ti Rubén y bueno, aún voy a ponerlos en práctica" El olor de su padre se había convertido en pura suciedad. Irradiaba venganza y odio.

"No-No puedes hacerme nada" Soltó rápido. "Estoy marcado" Se llevó la mano a su cuello y tocando la mordida. "¡Tengo un alfa y no puedes hacerme nada!" El hablar rápido le había funcionado para no tartamudear.

"Me tiene sin cuidado tu alfa Rubén" Río mientras la enfermera tenía cara de no entender nada, Alfaro solo estaba callado y serio detrás de su padre. "Soy tu padre y haré contigo lo que me plazca omega de mierda."

"¡NO, NO PUEDES!" Grito desesperado por lágrimas a punto de salir.

"Mírame" susurró Steve mirándolo con los ojos inyectados en sangre por el coraje acumulado después miro a la enfermera y empezó a dar indicaciones. "¡Escúchame bien!" la chica asintió "Nadie ajeno puede entrar a esta habitación. Cierren el maldito piso si es necesario. Tendré a dos de mis hombres vigilando la puerta. ¿Entendido?" Steve usaba su voz alfa logrando intimidar a la mujer.

Fértil - Rubelangel - AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora