"¿Puedo sentarme?" Escucho la voz de un chico. Alzó su mirada y por su olor -dulce de calabaza- era un omega, un chico omega algo atractivo pero para nada su gusto. La miraba con un brillo en sus ojos, desprendía un aroma esperanzador por algo que definitivamente ella desconocía e importaba.
"No estoy interesada" y con esto volvió toda su atención a su libro de obstetricia. Llevaba alrededor de dos horas estudiando para el examen de dicha materia. Estaba segura que aprobaría pero algunos puntos no se le quedaban en su cabeza.
Estudiar medicina como su padre fue lo mejor. Era un oficio donde deberías de tener mucha dedicación, conocimientos y amor por lo que haces.
Su padre ya la llevaba con él al hospital para empezar con las prácticas de género. Amaba ver la dedicación de Miguel al dar algún tipo de consulta, ella quería ser como él algún día.
Por eso cada vez que estaba en temporada de exámenes, nadie sabía de ella, se concentraba tanto en los temas y se devoraba un libro tras otro.
El chico la miro con desilusión y sin decir algo más se alejó.
Al sentir su soledad de nuevo, alzó la mirada y tomó su móvil. Faltaban quince minutos para que su examen iniciará.
Resopló y se llevó ambas manos a su cara. Estaba hambrienta, su papá Rubén la reprendería si supiera que había salido sin desayunar. ¿Pero que podía hacer? Estaba tan nerviosa por ese examen que lo olvido.
Estaba en el último semestre y claro todo era mucho más pesado, lleno de exámenes y prácticas.
Bajo nuevamente la mirada al libro cuando...
"¿Puedo sentarme?" Bufó nuevamente. ¿Por qué coño le pedían asiento cuando habían aproximadamente cincuenta mesas en la puta...
Alzó la mirada y cerró la boca al encontrándose con un chica. Tenía unos grandes ojos grises y el cabello castaño oscuro. No pudo evitar inhalar y llenar sus pulmones sintiendo un rico aroma de crema de avellanas y galletas dulces.
MIERDA.
"S-Si" Vio como las mejillas de la chica se ruborizaban y tomaba asiento adelante de ella. Sacó cuatro libros de enfermería de tercer semestre.
"Gracias" Había olvidado que tenía un libro a un capítulo de terminar y menos de diez minutos para un importante examen.
La chica sacó un estuche verde mente y de este salieron unos lentes; se los puso y abrió el primer libro. Empezó a hojearlo, pasaba una hoja tras otra para después detenerse a más de la mitad y empezar a leer.
No podía parar de mirarla. Sin tocarla podía sentir lo suave que su cabello lucía, sus pestañas eran gruesas y tupidas, sus ojos viajaban por todo el libro y cada siete segundos alzaba la mirada para verla.
Sus mejillas no eran muy pronunciadas pero eran lindas, sus labios...
Su inspección se fue al carajo cuando la alarma de su móvil de hizo presente. Quito la mirada de la chica para ver que faltaban cinco minutos para cruzar medio campus y llegar a tiempo para su examen.
Guardo sus libros bajo la mirada de la chica recién llegada.
"Te-Tengo que irme" Susurró mientras se maldecía por decir eso. "Emmm... Adiós"
Trato de salir lo más rápido posible sin percatarse de que dejaba su móvil en la mesa. La chica lo vio y corrió detrás de ella sin dudarlo.
"¡Hey!" Daniela ya había avanzado la mayor parte del pasillo para llegar a la salida de la biblioteca. "¡Espera, has dejado tu móvil!"
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Fértil - Rubelangel - Adaptación
FanfictionCuando a un omega se le es quitada su fertilidad se vuelve frío, duro, alguien muy difícil de roer, su aroma se vuelve más turbio con la facilidad de confundirlo con un Alfa. Eso era lo que necesitaba Steve Doblas para poder quedarse con su gran im...