Capitulo 1

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Horas antes...

6:21 pm

Ruben veía desde el enorme sillón de la sala de sus padres bajaban por las escaleras vestidos muy elegantes. Su madre con un hermoso vestido blanco y el cabello recogido, y su padre con un esmoquin azul marino. Ambos muy sonrientes.

"Rub, amor" su madre lo llamo con una sonrisa "Recuerda cuidar a Liv, ahora esta durmiendo pero sabes que no le gusta estar sola mucho tiempo cuando despierta"

"No te preocupes mamá, estaré al pendiente de ella" Decía el castaño acercándose hasta ellos. "¿Van a casa de la abuela?"

"Así es hijo, dará una cena para los ejecutivos de la empresa" Steve le dio una palmada en el hombro mientras Ruben lo único que podía hacer era asentir contento "Volvemos algo tarde, no nos esperen despiertos"

Beatriz y Steve Doblas eran padres de un hermoso omega, Ruben, un jovencito a días de cumplir los dieciséis años, era de una estatura promedio, ni muy bajito pero tampoco era alto, tenía cabellos lacios y castaños, de cuerpo delgado sin mucho músculo, un par de ojos verdes, y bueno también era delicado.

Hace cinco meses y dos días que la familia de Ruben sabían que pertenecía al genero de los omegas, lo aceptaron bien y con calma, no era como que se tendría que armar una revolución, eran sus padres y ellos lo amaban tal y como era.

El instinto maternal de Beatriz lo sabía desde muy chico que su pequeño Ruben sería omega, a ella no le molestaba en absoluto amaba a su hijo sea el genero que sea y Steve no se quedo atrás. Era muy sobre protector con Ruben. Steve se llenaba de orgullo al momento de sentir ese aroma que su hermoso hijo desprendía, una sensación de un pastel de chocolate o caramelo recién horneado. Sabía que muchos alfas de cualquier tipo- vagos, pubertos y ancianos- y demás andarían detrás de su hijo al sentir tan provocador aroma, no quería que su hijo se emparejará pronto entonces decidió junto con su omega Beatriz darle los mejores supresores y disminuir su olor dejándolo neutral nuevamente, dejando en completo anonimato su genero a todos.

Se despidieron de su hijo y emprendieron camino a casa de la madre de Steve.

...

Al ver a sus padres salir, apago la televisión de la sala y se encamino al cuarto de su hermana Liv.

Liv era una hermosa niña de 11 años. Tenía los más lindos cabellos lacios y castaños claros que podían existir, tenía los ojos igual a los de su madre, pardos y grandes. La niña era una completa dulzura y por supuesto Rubén la amaba muchísimo.

Al llegar al cuarto de su pequeña hermanita tocó la puerta tres veces, sin recibir ningún tipo de respuesta, decidió abrir y está estaba dormida. Envuelta en sus sábanas rosadas con pequeños castillos y coronitas de princesas impresos. Se acerco y le dio un pequeño beso en la frente y se dispuso a salir nuevamente en total silencio.

Se encamino a su habitación y se recostó en su amplia cama, no tenía nada que hacer, en la televisión estaban pasando pura basura, el último libro que le quedaba lo había terminado está mañana, definitivamente tendría que ir a la librería por más mañana, eso de no tener nada que hacer el fin de semana era demasiado aburrido.

Estaba a días de cumplir dieciséis años, y tan solo a unas dos semanas como mucho de que su segundo celo llegará, estaba agradecido con su padre por haberle comprado esos supresores, con ellos no tenía tanto dolor, era verdad su olor disminuyó mucho pero eso no era ningún problema. Aún no estaba listo para emparejarse con alguien y tampoco conocía a algún alfa que le llamara la atención. Solo sus padres y su hermanita sabían sobre el ser omega. Sus padres no habían comentado nada la respecto por privacidad, sabían que una vez al dar a conocer la noticia empezarían a llegarle ofertas de sus amigos que tenían hijos alfas para que sus hijos se conozcan solo para formar alianzas laborales y en definitiva Steve no quería eso.

Fértil - Rubelangel - AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora