"Me encanta estar contigo Luca" Decía un Esteban muy acalorado por lo que pasó unos minutos atrás. Estaban enrollados y abrazados en las sábanas del omega. "No puedo esperar a que por fin me quieras como tuyo para siempre"
Se acurrucó más a su pareja y pudo sentir como este se tensaba. "Pequeño creo que, que hemos hablado de esto muchas veces..." Comentó tranquilo. Esteban solía ser algo intenso.
"Pero Luca..." Tenían un año de relación y al que se supone que era su alfa aún no quería marcarlo. ¿Por qué?
"Cariño, basta." Lo interrumpió el castaño. "Sé que me quieres Esteban, yo también y mucho... lo sabes..." Se despegó del chico para mirar sus lindos ojos azules. "Pero aún somos muy jóvenes. Ambos estudiamos y seguimos dependiendo de nuestros padres. Quiero hacerlo cuando ya puede tener un trabajo estable y poder darte lo que desees cariño"
"Pero nuestros padres eran muy jóvenes igual cuando ellos se emparejaron para siempre" Por alguna razón el omega no quería ceder ni entender y siempre que pasaban por esto tenía este tipo de diferencias con el alfa.
"Esteban tus dos mamás ya tenían un empleo. Ambas con veintidós años." El omega bufó, era cierto. "Y mis padres... Es verdad mi papá Rubén era muy joven pero mi papá Miguel ya tenía veintitrés y con un buen empleo." Esteban se despegó del magnífico cuerpo que se cargaba el castaño y molesto se dirigió al baño. "Aún tenemos diecinueve Esteban, entiende"
"Sé que somos jóvenes Luca pero no estúpidos. Podemos tener empleos, vivir en algún departamento pequeño, solo para nosotros dos, no entiendo porque quieres seguir prologando esto." Le dolía en el alma lo que estaba a punto de decir pero tenía que hacer entrar en razón al alfa. Ya estaba harto de tanta evasiva sobre ser muy jóvenes. Él quería su marca ahora. "Lo mejor será que me busques cuando decidas ser mi alfa de verdad Luca. Vete ahora, por favor." Y con esto se encerró en el baño dejando desconcertado al otro.
...
Salió de la casa de Esteban cabizbajo, la mamá omega de su chico se llamaba Emma. Una hermosa pelirroja con grandes ojos pardos; su aroma era una combinación de manzana roja y cereza negra.
Solo pudo pedirle disculpas por parte de su hijo. Esteban solía ser así. A lo mejor por ser hijo único y siempre obtener lo que quería. Siempre fue muy berrinchudo pero sin dudas después de arrepentía de todo lo dicho y lloraba mucho horas después.
Emma estaba dispuesta a hablar con Cara sobre lo sucedido. Cara era su mamá alfa de Esteban. Su aroma era un fuerte ponche de frutas tropiEstebanes fermentadas.
Su hijo necesitaba una seria plática.
Luca estacionó su auto en el garaje de su casa. Trataba de pensar en cualquier cosa. Cosas bonitas, cosas sobre la universidad; lo que sea con tal de que su aroma cambiara o mínimo disminuyera. Sabía que sus dos padres estaban en casa viendo alguna película o jugando a las cartas con Dylan y no dudarían -en especial su papá Rubén- en preguntarle que le sucedía.
Bajo de su auto y rodeó la casa rogando que la puerta de cocina este abierta y así pasar desapercibida su llegada.
Necesitaba llegar a su habitación y entretenerse en algo para estar más tranquilo. No quería explotar y descargarse con alguien de su familia.
Para su buena suerte la puerta estaba abierta y la luz de la cocina apagada. Escucho el pequeño click de la puerta y empezó abrirla muy despacio.
Escucho las risas de su hermanito Dylan, seguro estaban en algún juego de mesa y su papá Miguel estaba perdiendo.
Cerró la puerta con demasiado cuidado y silencio. Empezó a caminar a ciegas por la cocina, todo se fue a la mierda cuando la luz se prendió y vio a su padre Rubén recargado muy cómodamente en el umbral con los brazos cruzados y ceño fruncido.
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Fértil - Rubelangel - Adaptación
FanfictionCuando a un omega se le es quitada su fertilidad se vuelve frío, duro, alguien muy difícil de roer, su aroma se vuelve más turbio con la facilidad de confundirlo con un Alfa. Eso era lo que necesitaba Steve Doblas para poder quedarse con su gran im...