Capitulo 24

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"Abuela..."

Ambos se miraban con los ojos cristalizados.

"Mi Rub" Su abuela camino unos cuantos pasos y lo abrazo. Un fuerte y cálido abrazo. "Dios mío Rubén" la anciana sollozaba, era la primera vez que sentía el aroma de su nieto. Quedó encantada. Era un omega hermoso con un aroma hermoso.

"¿Cómo me encontraste?" Preguntó deshaciendo el abrazo.

"Fue muy fácil después de-de ver las noticias mi Rub" El semblante del castaño cambio.

"¿Quién es amor?" Apareció Miguel limpiándose las manos con el trapo que hace unos minutos había dejado sobre la silla. El pelinegro miro a la mujer y frunció el ceño.

"Amor, ella es mi abuela Deborah Doblas" Miguel se acercó y le dio la mano a la mujer sin entender muy bien él porque estaba en su casa -la mamá del papá de su chico-

"Mucho gusto" Saludo la mujer con una media sonrisa mientras se limpiaba las lágrimas que le habían brotado con un pañuelo que sacó de su bolso.

"El gusto es mío" respondió el saludo. "Miguel Ángel Rogel"

"Pasa abuela" Se hicieron a un lado para dejarla pasar. "¿Quieres algo de tomar? ¿Té, agua...?"

"No mi Rub... Gracias" Dijo sentándose en el sillón donde hace unas dos horas habían jodido. -¡Ups!- "Ya es algo tarde pero acabo de llegar de Barcelona y quería verte lo más pronto posible." Se quedaron callamos para que la mujer siguiera hablando. "Te vez precioso Rubén. ¿Cuánto tiempo tienes cariño?" El pelinegro por inercia rodeó la cintura de su omega con su brazo reposando su mano en la tierna pancita.

"Tres meses Abu" Sonrío entrelazando la mano con su alfa.

"No me gustaría ser grosero pero exactamente ¿A qué ha venido?" soltó el pelinegro sin poder evitarlo. Rubén lo miro con asombro por el repentino cambio del hombre y en contra de su abuela. Una mujer que tampoco se callaba nada.

La mujer sonrío tranquila. "Entiendo tu posición protectora Miguel... Créeme que haría lo mismo después de lo ocurrido" El semblante del pelinegro cambio, la mujer venía en son de paz. "Quiero pedirte perdón Rubén" Confesó.

"Abuela tú no me has hecho nada." Contestó confuso el castaño. "Todo el daño fue de mi padre y de nadie más si crees que porque es tu hijo tu..."

"No Rubén" Lo interrumpió. "Por mí fue que el hizo todo eso." El castaño se tensó. Logrando en el pelinegro salir un gruñido pequeño mientras le besaba el hombro para calmarlo "Pedí tres cosas para poder heredar D-Golds cariño. Tenía que tener un primogénito varón y bueno ser alfa"

>> "Mi fin fue para que la empresa pueda seguir un buen curso como hasta ahora y bueno empezarán todos a responsabilizarse para el que falte, pero yo no sabía sobre tu género, jamás te sentí y bueno no creí que a tu padre le afectara tanto como para hacer algo parecido. Vi muchos cambios en él Rubén, se había vuelto demasiado retador, grosero y con demasiadas lagunas mentales; llegaba con fuertes ojeras en los ojos. Solo se dedicaba tomar café y fumar la mayor parte del tiempo. Descuido mucho a tu madre y lo hable con él varias veces pero el colmo fue cuando quise saber de ti al desaparecer; le exigía saber tu paradero y el me dio mentira tras mentira. Cuando lo descubrí fue cuando lo eche sin darle nada y sin importarte lo que pudiese suceder pero no puedo creer que no conozco a mi hijo. "Lágrimas salían de esas ojos verde profundo de su abuela. "Ahora él ya está pagando por todo el daño cometido contra a ti y a su esposa."

La pareja solo escuchaba atentamente lo que la mujer decía mientras sollozaba.

"Sé qué pagará todo abuela" Le dijo tomándole si mano "¿Pero qué iba a pasar si tú te enterabas que era omega en ese tiempo?"

Fértil - Rubelangel - AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora