Capítulo 45

19.7K 1.8K 290
                                    

Los días pasaron y no volvimos a hablar del tema e incluso me había reprendido por permitir que se acercara tanto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los días pasaron y no volvimos a hablar del tema e incluso me había reprendido por permitir que se acercara tanto. Él tenía una pareja ahora y yo no podía simplemente meterme en medio de ellos.

    Traté de enfocarme poco en él y mucho en otros aspectos de mi vida. Me merecía una vida feliz y poco a poco con mi hijo y mis deseos de lograrlo se estaba volviendo una realidad.

    Seguía yendo al orfanato solo que lo hacía menos veces y menos tiempo debido al bebé y también había platicado con mi hermana y con Angie la posibilidad de fundar alguna institución de ayuda al necesitado.

    La idea las había emocionado y aunque no decidíamos qué hacer sabíamos que mi hermano y Richard estarían dispuestos a colaborar.

    Angie decía que podía ayudar pero no sabía cómo pero yo sabía que ella ayudaría con su fortaleza y sus ganas de salir adelante. Angie era una chica fuerte y podíamos lograr mucho.

    La cuñada se había negado a colaborar argumentando que esas cosas eran aburridas y no le daba tiempo ni ganas de convivir con gente que no le importaba.

    La observé cuando dijo su discurso y entendí que Sebastian cometió un error al casarse con ella.

    Estaba claro que entre ellos no había amor pero también que mi hermano estaba enamorado y debería saber que necesitaba divorciarse. Ya nada afectaba a los Cooper, no había escandalo que desatar y tampoco nos importaba ahora, entonces, ¿por qué seguir casado a una mujer frívola y a la que solo le importaba el dinero?

    Aslhey se había casado por poder y dinero, de eso no cabía la menor duda y seguramente mi hermano lo sabía y no le importó, pero ahora debía divorciarse si quería hacer una vida con alguien más.

    El sonido de la puerta me sacó de mis ensoñaciones por lo que me levanté y dejé lo que Sonia en las manos.

     Sebastian aparecía justo en ese momento para darme un abrazo fuerte.

—Hola —dije antes de darle un beso—. Justo pensaba en ti.

—¿Eso es bueno o malo? —respondió con su actual buen humor—. Me da miedo cuando mis hermanas dicen que tienen alguna idea. Han hecho que en cada cosa que les pasa se me resten diez años de vida.

—Pero seguro alguien logra que esos diez años vuelvan en un abrir y cerrar de ojos —dije divertida—. ¿O no?

    Vi su mirada iluminarse y comenzó a reír antes de sentarse y afirmar.

—¿No piensas divorciarse para casarte de nuevo? —pregunté un tanto temerosa de tocar el tema—. Creo que deberías hacerlo. Si esa nueva persona en tu vida es buena para ti entonces creo que todos vamos a entender que el amor es ilógico.

—Keira —dijo poniéndose nervioso—. Hay cosas que no son sencillas y no puedo cambiar de mí. No puedo divorciarse ahora y tampoco puedo casarme de nuevo.

Amor de habitación (Serie Amores 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora