Capítulo 50

21.2K 1.7K 281
                                    

Con todo el revuelo del nuevo integrante de la familia Wendell, la inversión de Petrov superior a lo que se esperaba y el desborde de recursos por su parte parecía que todo en el almacén era lujo y pomposidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Con todo el revuelo del nuevo integrante de la familia Wendell, la inversión de Petrov superior a lo que se esperaba y el desborde de recursos por su parte parecía que todo en el almacén era lujo y pomposidad.

    El lugar de inauguración estaba diferente, en dos días era otro, dejando claro que no se había escatimado en gastos.

    Sebastian parecía más que ilusionado y deseaba más que nadie el éxito del lugar.

   Miré el lugar una vez más. Era ahora una estancia que rezumaba lujo y poderío que seguramente después de considerar un público mediano ahora se pretendía acaparar las más altas esferas de la sociedad.

    Angie parecía emocionada aunque eso había significado una pelea con su novio tras estar en desacuerdo con que modelara pero su machismo duró poco cuando fue mandado al demonio con todas sus letras y tras varios días de rebeldía había cedido como siempre ante una mujer que jamás daba su brazo a torcer.

    Fredek se había reconciliado con la idea de que modelara y aunque decía que no estaría en la inauguración para la que solo faltaban tres días yo estaba convencida de que sería el primero en llegar.

—Parece otro lugar —dijo una voz desde atrás—. Parece ser que él lo ha cambiado todo, aunque a Sebastian y a mí nos habría gustado hacer eso, sin duda no habríamos tenido el capital, ni juntando lo de los demás inversores.

    Me giré para ver a Roman caminando hacia mí.

—Sebastian tiene dinero —dije suspirando—. Supongo que sabes lo de mi madre.

    Asintió y sonrió.

—Cuando todo el dinero de ella se fue —dije omitiendo que fui yo quien no pensó en sus hermanos y regaló el dinero—. Sebastian había puesto a su nombre gran parte de su patrimonio.

—Sé lo que pasó —dijo con una sonrisa comprensiva—. Su fortuna mermó considerablemente, aunque no creo que fuera superior a lo que tiene tu novio de todos modos; sin embargo podrá recuperarse. —Asentí—. Y estoy convencido de que lo hará.

    Hubo un silencio incómodo en el que ninguno supo que decir.

—Lamento lo que pasó. —Se disculpó—. Me sentí acorralado y temeroso de alguien que parecía dispuesto a todo por acabar conmigo. Me acobardé ante él y su desmesurado poder y no medí lo que dije. De cualquier forma quiero que sepas que de verdad me interesabas, mucho de hecho, aún lo haces pero debo admitir que le temo y también sé que no vas a dejar de quererlo tal vez nunca. Solo me resta disculparme por lo que dije, me siento profundamente avergonzado.

   Quise reír al escucharlo decir que le temía pero me contuve y solo asentí deseándole lo mejor.

    Se despidió y aseguró que le agradó hacer negocios con Fredek. Aunque intuía que lo había amenazado para que le vendiera su parte no dudaba de que había pagado por ellas lo justo e incluso lo benefició.

Amor de habitación (Serie Amores 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora