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Sinceridad que duele y atormenta corazones
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La cercanía del pequeño doncel se volvía tan familiar como respirar para el noble que lo cuidaba día y noche. A pesar de que la viva imagen de Kyungsoo desnudo e indefenso bajo el cuerpo del rey lo atormentaba de vez en cuando, el noble Jongin no se atrevía a pensar en el más bajo de una manera indebida. Porque para él, sólo existía esa inocencia llena de secretos y sorpresas que un niño podría tener. Ya que quisiera o no, Kyungsoo, era un niño.
Observó al menor entre sus brazos mientras pataleaba una y otra vez tratando de mantenerse a flote sin la ayuda del moreno. Su grueso labio inferior tembló a la vez que se detenía a descansar y tomaba un poco de aire para seguir practicando y no frustrarse.
—No puedo— se quejó Kyungsoo alzando la vista para ver al mayor a los ojos.
—Usted puede su majestad— lo animó el noble, —no se desespere, apenas van tres días de práctica—.
Arrugando su ceño y su nariz, el menor, ladeó el rostro y pellizco suavemente el hombro del más alto —ya te dije que me digas Kyungsoo— lo regañó de manera tierna.
—No me gustaría faltarle al respeto—
—No es una falta de respeto si quiero que me llames por mi nombre— debatió el menor pensando en que a pesar de eso, al menos el moreno no lo llamaba “mi reina” como todos en la casa real.
—Su maj….—
—Kyungsoo— insistió nuevamente.
—Kyungsoo— repitió hipnotizado Jongin ante aquellos enormes y expresivo ojos que de cierta manera transmitían una acogedora sensación en su pecho.
—Ya ves, no fue difícil— respondió el menor mientras se daba la vuelta en los brazos del moreno, —ya me quiero salir, hace frio—.
Jongin dirigió a ambos a la orilla del Río y se aseguró de ayudar al menor a salir con cuidado y pasarle una toalla que había traído consigo. Algo apenado, el más bajo le dio la espalda al noble y empezó a cambiarse con la toalla alrededor de su cuerpo mientras que el contrario hacia lo mismo.
El sonido de la ropa húmeda y las gotas deslizarse de su cuerpo al terroso piso llenaba el silencio o eso fue hasta que la pequeña mente del menor lo guió a la ultima platica que habia tenido con su hermano Baekhyun.
—Jongin— lo llamó el doncel mientras terminaba de bajarse correctamente el hanbok y así esconder sus pálidas piernas, —tú sabías lo que había hecho Sehun, ¿verdad? — cuestionó dándose la vuelta sin esperar ver la desnuda espalda del más alto.
—¿Hecho qué su majestad? —
—Kyungsoo— corrigió el menor sin detenerse a escuchar al mayor, —sobre aquel día que me llevaste a ver a mi hermano, ¿tu sabias lo que había hecho Sehun?—.
El moreno se tensó por unos segundos antes de suspirar resignado y dándose la vuelta vio a los ojos al menor y decidió ser honesto, —sí—. Estaba listo para recibir los reproches de Kyungsoo, pero nunca pensó que ver aquella expresión de decepción lo fuera a lastimar incluso a él.
—¿Por qué no me dijiste nada? Dejaste que él lo lastimara incluso cuando no había hecho nada malo— escupió las palabras molesto mientras recordaba cada palabra que Baekhyun le había dicho. Desde como Minho fue recogido por unos guardias reales hasta cuando lo botaron frente la puerta de su casa con unos hondos cortes trazados en su espalda. Pero lo que más le dolía era que ahora toda la familia Choi lo odiaba incluso olvidándose por un segundo de que Kyungsoo los consideraba como su segunda familia.
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"Su Majestad"
FanfictionCuando Sehun finalmente se convierte en el Rey, no esperaba serle fiel ni a su nación ni a su esposo. Pero un simple engaño puede traer toda la destrucción y caos que nadie desea, mucho menos si eres el Rey y el que te está enterrando es tu propio...