Cuando Sehun finalmente se convierte en el Rey, no esperaba serle fiel ni a su nación ni a su esposo.
Pero un simple engaño puede traer toda la destrucción y caos que nadie desea, mucho menos si eres el Rey y el que te está enterrando es tu propio...
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El sol brillaba en lo alto, el viento soplaba suavemente, causando que el calor no se hiciera presente. Ya era medio día y la brusquedad seguía en pie, la mayoría de los escondites habían sido revisados y los guardias habían perdido toda esperanza de seguir con vida si regresaban a la casa real con las manos vacías. No fue hasta que la tropa tres llegó al último escondite que debían revisar y fueron recibidos con la cruda realidad de que ahí tampoco estaban.
—Espero que una de las otras tropas lo haya encontrado por el bien de nuestro trasero— comentó uno de los nuevos, —digo, ¿viste como cayó en seco el cuerpo de Joon? —.
Los demás guardias hicieron muecas al recordar la fría muerte de su compañero, pero de igual forma fue irrespetuoso lo dicho de Su Majestad. Incluso si hubiera sido raptado y asesinado, ellos no eran quien para determinar aquello sin evidencia alguna.
—Saben, el malnacido que este con la reina debe ser una bestia, mira que enfrentar a dos hombres es difícil ahora imagínense seis. Yo quedaría muerto en el instante—. Los cuatro guardias que le estaban prestando atención estaban de acuerdo con él.
Pero el más chico de todos se integró a la conversación al decir; —estoy seguro que la reina fue de gran ayuda, escuché que fue postulado en los primeros lugares de los exámenes pasados—.
—Claro y yo escuché que solo es un culo bonito o, ¿por qué crees que el rey se puso como loco? —. Todos los guardias sumidos en la platica se rieron, pero no fue mas que el guardia real especializado que respondió aquel comentario de mal gusto.
—Cuida tu boca que puedes terminar como Joon y honestamente ya estoy harto de buscar nuevos reclutas—.
—Oh vamos, nadie esta aquí. Yo solo digo lo que escucho de los demás— se defendió con un tono de burla plasmada en su voz.
—No me interesa, deja de hablar mal de la reina real porque si el rey no te mata Kyungsoo lo hará, créeme que es un crio, pero tiene más agallas que varios de ustedes—. Todos guardaron silencio tras el abrupto comentario, —ahora todos a la casa real y rueguen que ya haya sido encontrado—.
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Sehun no se podía mantener quieto, sentía la necesidad de moverse y hacer algo para buscar a Kyungsoo, ya que, incluso si estuviera con Jongin, nada le confirmaba que su pequeño esté bien. El noble era bueno, demasiado, a decir verdad, pero no era invencible. Frustrado con sus pensamientos y la horrible imaginación que se producía dentro de su cabeza, llamó al padre de Kyungsoo; el funcionario Do. El hombre era el mejor y hasta en los peores casos mantenía una postura firme y serena, pero, por primera vez, Sehun lo veía perder su cordura.
