~Capítulo 11~

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La verdad del engaño
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Kim Minseok

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El silencio se prolongaba en la casa real, sólo eran audibles los susurros que se compartían la servidumbre. La tercera noche había caído después de lo ocurrido con el rey, ya todos sabían lo que había sucedido y como la reina había sido desterrado de su habitación.

Las mujeres que una vez vieron por Kyungsoo ahora fueron asignadas al ex-general Minseok. Los privilegios que tenía el menor habían desaparecido poco a poco, desde el cambio de su comida hasta de su vestuario. Él sabía que no fue Sehun quien lo ordenó, pero le dolía que no hiciera algo para evitarlo. Su orgullo estaba quebrantado a tal punto que parecía no tener fuerzas para seguir, para disfrutar con plenitud la poca vida que le quedaba.

No podía odiar completamente al rey cuando en su corazón aún se albergaba el sentimiento de amor, pero si se filtraba una pizca de reproche y resentimiento.

La vergüenza y humillación aún permanecían ahí, no se atrevía a salir después de ver cómo todos lo veían; juzgándolo en secreto. Se hubiera sentido peor si la noche anterior el noble Kim no hubiera sacado a un borracho Sehun fuera de su pequeña habitación. El moreno había aparecido como arte de magia y a pesar de las amenazas del rey, se negó a dejarlos solos.

Después de que Jongin se aseguró de que el rey se fuera a dormir junto al hombre que ahora llevaba su hijo, regresó y le sonrió mientras le pedía permiso de sentarse junto a él. A pesar de su aun desconfianza, asintió y lo dejó hablar. Su voz lo envolvió aquella noche mientras aceptaba que el noble no era un enemigo, sino alguien más en quien darse apoyo.

En ocasiones veía al rey de reojo mientras salía a dar un paseo por toda la casa real y casi la mayoría de veces no podía evitar sentir los sentimientos acumularse en su pecho y hacerlo marearse ante la rabia que nublaba su cabeza. Pero los pensamientos negativos nunca llegaban, sólo ese deseo de justicia se intensificaba en su ser y rogaba por ser procesado.

Pasó una semana y media para que un día, en la tarde, Kyungsoo se topara con el hombre que había irrumpido en su vida y más que nada en su matrimonio.  Esos ojos color avellana lo veían de regreso, sus respiraciones se podían escuchar en el silencio que se había hospedado entre ambos donceles. El mayor fue el primero que bajó la mirada y entrelazó sus dedos frente asimismo, tantos años de espadería, de entrenamiento y batallas no lo habían preparado para ese sentimiento de vergüenza y pena ante su majestad. La culpabilidad lo carcomía, él nunca pensó que las cosas se fueran a salir de sus manos.

"Su Majestad"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora