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Curva Peligrosa
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▫️🌸▫️🌸▫️El silencio se extendió y se apoderó de la casa real, parecía más apagado de lo normal. La servidumbre había huido a sus aposentos tras la amenaza del Rey tras caer otra noche sin ningún rastro de su esposo y los guardias corrieron a dar vueltas nocturnas solo en las zonas cercanas. Pero nada era suficiente y al parecer la tierra se había tragado tanto a la reina como al noble Kim.
Aunque Sehun habló con su suegro sobre su pareja, saber que estaba en algún lado perdido o sin protección lo ponía de nervios, especialmente cuando ya habían pasado dos semanas. ¿Y si había sido atrapado? Mil ideas circulaban en su mente mientras se arrastraba fuera del agua y se colocaba una larga bata color vino. Su mente se vio interrumpida cuando vio una sombra cruzar por un costado de la habitación, sus instintos se apoderaron de él y rápidamente se preparó para derribar a quien fuera cuando claramente había dado instrucciones de no ser servido por nadie y mucho más cuando se encontraba en su baño privado.
Una pequeña silueta se vio con claridad al otro lado de la puerta que era hecha de madera y finas laminas, —Kyungsoo— susurró. Su corazón se aceleró como nunca y sus pies se movieron solos hasta dejarlo frente a dicha puerta corrediza, la puerta se empezó a abrir; unos enormes ojos lo vieron de regreso.
La boca de su estómago ardió y corrió a vomitar en una cubeta de madera que estaba justo a lado. Arrodillado en el piso, alzó su vista para sentir unas cálidas manos acariciar sus mejillas.
—Estás ebrio— comentó el pequeño, —deberías irte a dormir—.
Sehun se aventó contra el pequeño y lo enredó con sus brazos, —¿por qué te fuiste? — le preguntó mientras besaba su cabeza, —¿por qué no regresaste rápido? —. La voz del rey se volvía débil mientras que arrastraba al contrario fuera del lugar.
—Sehun estás ebrio, déjame ir— le pidió el doncel, —tienes que reaccionar—.
—Yo te necesito, tu eres mi luz; eres lo único que necesito— aseguró.
—Detente, soy Minseok. Kyungsoo no está—.
El Oh se quedó congelado, sintió como el ritmo de su corazón se detenía, con torpes movimientos soltó al pequeño en sus brazos y se alejó lo suficiente para observar detenidamente el rostro contrario. Se cuestionó muchas cosas en ese preciso momento, pero la decepción fue lo primero que surgió al ver aquellos gatunos ojos observarlo.
—Es hora de dormir Sehun— comentó el Kim mientras tomaba la mano del alto y lo guiaba a su habitación.
Como un trapo se dejó llevar el Rey, se tambaleó en el proceso más no dijo ninguna palabra as mientras era recostado en su cama y arropado como un niño chiquito por parte del embarazado. Minseok le aseguró que mañana lo encontraría, que mañana sería un nuevo inicio. Pero a este paso sus palabras sonaban lejos; ¿realmente lo lograría? Cansado y dolido atrapó al doncel y lo abrazó. No lloró, pero el pequeño sabía que se estaba derrumbando; le estaba pidiendo silenciosamente que no se fuera, que no lo dejara solo y así lo hizo. Acarició su cabeza y pasó sus dedos una y otra vez por las hebras de su dorado cabello hasta que Sehun quedó rendido en los brazos de Morfeo.
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"Su Majestad"
FanfictionCuando Sehun finalmente se convierte en el Rey, no esperaba serle fiel ni a su nación ni a su esposo. Pero un simple engaño puede traer toda la destrucción y caos que nadie desea, mucho menos si eres el Rey y el que te está enterrando es tu propio...