I'm Not a Princess.

《Compañero de batallas.》

Liam apenas estaba finalizando su sesión de estudio en la biblioteca de la ciudad. Hubiese preferido mil veces haber entrado allí para leer libros de caballería, cuentos de hadas, manuscritos prohibidos... Pero desafortunadamente, había ido con la simple intención de estudiar. El instituto se había convertido en su Inferno personal, casi como el de Dante.

Cuando estaba a punto de cerrar sus libros de texto, algo (o mejor dicho, alguien) le sobresaltó, cubriéndole la cabeza con la capucha de su sudadera súbitamente, mientras exclamaba:

- ¡Pero si es el señor Liam Moore!

El joven príncipe sonrió ligeramente. Sabía reconocer esa voz a la perfección.

El responsable de aquel pequeño susto se sentó en la silla que había en frente de Liam, apoyando la barbilla en una mano con una sonrisa vivaracha en los labios. Magnus, El juglar de la chispa en los ojos, había llegado para hacerle la batalla más sencilla.

- Caballero. - Dijo Liam como saludo, algo juguetón, inclinando la cabeza ligeramente mientras se quitaba la capucha. - ¿No le han enseñado que no debe gritarse en las bibliotecas? Los libros merecen algo de respeto.

- Oh, sí, los libros son sagrados. - Dijo con tono compungido, para rápidamente encogerse de hombros con aire burlón. - Pero los libros no tienen oídos, así que mis gritos no les molestan.

- A las personas de alrededor sí.

- Las demás personas a parte de ti me la sudan un poco, la verdad.

Aquello le arrancó una risa a Liam, que se cubrió la boca ligeramente avergonzado, en un intento de acallar su voz. Magnus le miró, divertido, mientras recogía su larga cabellera castaña en un moño desordenado.

- En fin, ¿cuales son los planes para hoy?

- Uhm... ¿Terminar de estudiar e irme a casa? - Tanteó el príncipe.

- Ah, no, no, no... - Negó su fiel escudero. - Te diré lo que vamos a hacer. Mientras tu recoges tus cosas yo voy a por los libros que he venido a buscar. Luego vamos a salir de aquí, compraremos algo de beber,  buscaremos un sitio tranquilo y te enseñaré la maravillosa poesía que te has estado perdiendo toda tu vida.

- Suena tentador, pero... 

- Ah-ah. - Negó, poniéndole un dedo sobre los labios. - Sin peros. Te espero a la salida. - Tras esto, se levantó y se adentró entre las interminables estanterías del género poético.

Liam suspiró, mirándolo. Aquel chico era una caja llena de sorpresas. Se había convertido en un gran amigo para él en prácticamente menos de un mes. Se pasaban los recreos juntos, hablando de todo y de nada, y Liam adoraba ver como los ojos de Magnus desprendían chispas cuando hablaba sobre poesía. Al fin y al cabo, no se había ganado el título de El juglar de la chispa en los ojos por nada.

Sí, sin duda formaban un gran equipo. Era su compañero de batallas, su escudero.

Quijote y Sancho, Arturo y Merlín, Gilgamesh y Enkidu, Aquiles y Patroclo.

Liam y Magnus.

Sí. Sonaba bien.

n/a:

asunto importante: como quizás habéis notado, sigo un order con los capítulos de la historia:

1. escribo un capítulo dedicado a Liam, sus sentimientos, pensamientos y su forma de lidiar con su vida, su cuerpo y su disforia.

2. escribo un capítulo dedicado a su relación con Lizzy y sus sentimientos hacia ella.

3. escribo un capítulo dedicado a su relación con Magnus.

y vuelta a empezar.

ahora bien, mi pregunta es, ¿preferís que siga el orden habitual o que, solo por esta vez, continúe en el siguiente capítulo con la siguiente parte de este, es decir, contar lo que pasa después de que estos dos salgan de la biblioteca?

lo dejo a vuestra elección. ¡dejad vuestras respuestas en los comentarios!

p.d: me encanta la amistad entre Liam y Magnus, socorro.

xx love.

- A.