Querida Elizabeth:
Ni siquiera sé como empezar esta carta. Las ideas se me agolpan en la cabeza y lo único que logro articular es un tembloroso "tú".
Tú. Mágica y prodigiosa tú.
Tú, que vas derrumbando barreras y componiendo estribillos. Eres tú la única que me hace partitura, que me convierte en música, que me hace acorde, redoble, trompeta, solo tú nos haces canción. Haces el mundo más bonito cada día que pasa. Rompes con todo, sin importarte las consecuencias. Incluso has destruido mi coraza, mi escudo, mi armadura, sin yo haberlo consentido. Pero no me importa. Ya me he olvidado de todo lo que tenía que ocultar. Porque te miro a los ojos, y entiendo que entre nosotros no hay secretos.
Eres un huracán. Una tormenta. Una tormenta de la que me enamoré. Una ráfaga de risa estática y trueno. Pelo rubio azotado por el viento y ojos salvajes. Recuerdo cuando que me sonreíste aquella vez que me descubrí por primera vez con un cosquilleo en el estómago. Recuerdo preguntarme a mi mismo si aquello era lo que se sentía al ser golpeado por un rayo.
Abrázame fuerte. No me sueltes. Asfixiame, ahógame de amor. Soy unas arenas movedizas, y te estoy pidiendo que te hundas en mí, que dejes de respirar un rato y salgas de todo esto, que a veces es tan normal que aburre.
Y es que a tu lado todo es distinto. Antes, me daban miedo las noches frías, pero ahora que te he descubierto, me he olvidado de las sábanas heladas, y cuando pienso en tu sonrisa, todo se vuelve más cálido.
Liam se llevó las manos a la cabeza, ahogando un gemido de angustia. Arrancó la hoja de su libreta y la arrugó, resoplando.
- ¿En qué estás pensando? Liam, por el amor de Dios... - Se dijo a si mismo en voz alta.
Metió la carta arrugada en su jergón, mordisqueándose el interior de la mejilla nerviosamente. Por muchas palabras que plasmara en papel, estaba seguro de que jamás podría decirle a Lizzy lo mucho que significaba para él.
Y es que aquella era una sensación totalmente nueva para Liam. Aquello era lo que tanto había oído en los cuentos de hadas, lo que los príncipes como él estaban destinados a encontrar...
Amor.
Aquello era amor.
Liam se estaba volviendo loco de amor.
n/a:
es oficial, señores. Liam está enamorado hasta las trancas.
este capítulo ha sido una cursilada, pero me ha encantado escribirlo. sorry not sorry.
love xx
- A.
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I'm Not a Princess.
De TodoLyssa no era una princesa. Lyssa era un príncipe valiente y bondadoso, justo como los de los cuentos. Pero Lyssa no entendía porque nadie lo veía. Lyssa dibujaba suaves líneas de colores en el mapa del futuro. Lyssa vivía en...