8. Fotografías

5.1K 292 19
                                    


Eran las diez de la mañana del martes siguiente y Mimi estaba mirando cómo le alisaban el pelo a Aitana y la maquillaban. Parecía una modelo profesional ahí sentada, totalmente quieta mientras la transformaban para la sesión. También parecía estar disfrutándolo.

-¿Puedes hacerme una foto? –le preguntó, dándole su móvil. Desde su posición, apoyada en la mesa del estudio, la rubia tomó la foto de Aitana en pleno proceso de cambio, pero lo hizo de forma artística como a la pequeña le gustaba, reflejada en el espejo y con cuidado de que no se viera a nadie más que a la pequeña.

-¿Por qué siempre me toca ser la fotógrafa oficial en estas cosas?

-Porque no haces otra cosa –dijo Andrea, la maquilladora al verla devolviéndole el móvil a Aitana.

-He enviado un correo en cuanto he llegado, ya es algo –se defendió en broma la rubia, poniendo los brazos cruzados sobre su pecho y sonriendo divertida.

-Qué día tan duro has tenido –replicó la otra sarcásticamente.

Mimi nunca sabía si a la maquilladora le caía bien o no. Siempre le hablaba así a todo el mundo –menos a quienes iban a modelar- pero también era cierto que le solía sonreír al verla, así que estaba confusa.

La excusa de ese día para apuntarse a la sesión era ver si Roi sabía diseñar. Hacía pocos días Ana le había comentado que el chico no solo era músico, sino que también hacía diseños, por lo que Mimi no dudó en ponerlo en contacto con Thalía, a quien le encantó la ropa y decidió preparar una sesión.

-He oído que el otro día Ana conoció a tu madre –dijo Aitana de repente y, vale, quizá no había ido tanto para ver la ropa de Roi como para hablar con la joven.

-¿Te ha dicho que se la ganó en menos de un minuto y con solo tres o cuatro frases?

-Me ha dicho que le entró mucha vergüenza porque seguramente pensó algo que no era.

-Siendo sincera, lo habría pensado igual, independientemente de si hubiera salido de mi cuarto o de la basura –señalo Mimi y vio que Aitana iba a decir algo pero al final se arrepintió.

Era curiosa la relación que tenía con Aitana. Su personalidad era un poco parecida a la de Ana, por lo que no le costaba llevarse bien con ella, solo que se llevaba bien pero de una forma diferente. Aitana era... bueno, Mimi todavía no había descubierto que era lo que la joven estaba intentando. Si no se dedicara a contarle pequeñas cosas sobre Ana que ella todavía desconocida quizá no tendría mayor importancia. O bien, por el contrario, haría que todo fuera peor.

-Si no fuera por las clases habría venido, lo sabes ¿no? –le preguntó la del flequillo- Roi no deja de intentar convencerla para que venga a la próxima sesión, aunque ni siquiera hemos acabado esta.

La mirada que lanzó a través del espejo no alcanzó a Roi porque estaba demasiado ocupado debatiendo con Thalía que colección era mejor. Al parecer tenían para rato.

-Bueno, pues si eso pasa me gustaría una invitación.

-Me sorprendería que no la recibieras –le sonrió de vuelta la pequeña y, si era sincera, a ella también le sorprendería que no la invitaran. Le habían invitado al cumpleaños de una chica que no conocía así que confiaba en que Roi la llamara si se hacía esa sesión.

Por suerte todo fue genial. Una vez Aitana ya estaba preparada, Roi se juntó con Capdevila para empezar y conseguir exactamente el estilo que pretendía y, claro, Aitana no puso ninguna pega a tener que tomarse fotos de diferentes ángulos y con diferentes estilos, incluso se podría decir que poder ponerse tanta cantidad de modelos diferentes era algo que le estaba encantando.

ClichéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora