Un sábado por la noche, tres meses después de año nuevo, Ana le abrió la puerta a Mimi y se sentó en el sofá con las piernas pegadas al pecho mientras la escuchaba hablar del concierto en el que había estado.
El evento había estado bien, un poco más lleno de lo que normalmente estaba, pero se les daba bien y la gente lo disfrutó. Sin duda la rubia iba a mencionar a la banda en la revista porque se lo habían ganado.
Aunque Mimi era consciente de que a veces podía estar hablando de su trabajo durante horas sin pararse a pensar en que quizá a los demás no podía parecerle un tema ta apasionante como a ella, Ana siempre había escuchado atentamente cada palabra, pero esa noche parecía más distraída que interesada.
- ¿Va todo bien? –le preguntó Mimi.
-Sí –sonrió a modo de disculpa- Estoy escuchando.
-Parece que tengas algo en mente –le dijo- O igual estás cansada. No tenías que invitarme, puedo irme y descansas, si quieres.
-Quédate –le dijo Ana soltando sus piernas y sentándose bien- Te he dicho que vinieras porque hay algo de lo que quiero hablarte.
-Vale –contestó la rubia. No le gustaba nada como sonaba eso, nada bueno podría salir detrás de una frase así, aunque por lo menos podía consolarse con que no había sido directamente la temida frase "tenemos que hablar".
-No quiero asustarte ni nada. Es solo que es algo importante y no sabía cómo decírtelo.
-Por lo menos sé que embarazada no estás.
La morena rodó los ojos.
-No es eso.
-Bueno, pues adelante, estás siendo muy misteriosa y me asusta un poco.
-Vale... es algo que llevo tiempo considerando. Mucho tiempo. Especialmente cuando Jadel y yo rompimos.
Mimi se frotó el cuello sin saber bien que quería decir eso. Hacía mucho tiempo de aquello y prácticamente no habían vuelto a ver al chico ni a mencionarlo. Ojalá se diera prisa y fuera al quid de la cuestión porque dentro de sus cualidades la paciencia no estaba. Y tampoco el optimismo, así que no imaginaba que esa conversación fuera a ser algo bueno.
-Es que... ya sabes que llevo muchos años viviendo en este apartamento y... bueno, creo que me gustaría mudarme. Un cambio de sitio creo que me iría bien. Es decir, este no es el mejor piso que pueda haber y hay muchas más cosas que me puedo permitir. Me gustaría buscar otros lugares.
Era cierto, no estaban en el mejor sitio y sin duda habría muchos pisos mejores, pero a Mimi no se le había ocurrido que querría mudarse. Iba a cambiar de sitio y adiós a todas las noches que pasaban juntas por la comodidad de ser vecinas, todo eso se iba a esfumar en un momento.
Sin duda se notó su decepción porque Ana le cogió la mano al ver la cara que ponía.
-Mimi...
-Si crees que mudarte es lo mejor, debes hacerlo –le dijo, aunque no podía mirarla a los ojos porque vería fácilmente que no estaba muy contenta con esa decisión. No quería que se fuera y, sí, después de romper con Jadel era lógico que lo pensara, pero ¿ahora? No sabía por qué quería hacerlo.
-No me voy a mudar, Mimi –le dijo- quiero que vengas conmigo.
La rubia parpadeó varias veces y la miró sorprendida, todavía dándole vueltas a las ideas que se habían instalado en su cabeza.
- ¿Qué?
-Quiero que vengas conmigo –repitió totalmente seria.
- ¿Estás... estás segura?

ESTÁS LEYENDO
Cliché
FanfictionMimi vive al lado de la pareja que más ruido hace al follar y lo peor es que nunca ha visto la cara de ninguno de los dos, algo preocupante teniendo en cuenta que hace tres meses que su vecina se mudó ahí. De todas formas le da bastante igual quien...