꒰꒰ ❛ ❏ A :: ❝ Gilbert, si tú hubieses sido Romeo, ni siquiera habrías pensado en besarme ❞
APRIL 23rd, 2O18
( gilbert blythe )
( written by dingxs )
( fem oc × gilbert )
( s1 > s3 )
( cover by fioregello )
#1 puesto en los Premios Eras, Me...
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autumn; ( CAPÍTULO DOS )
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LA CABEZA LE DOLÍA COMO NUNCA, INCLUSO MÁS QUE LA VEZ cuando probó el vino de grosella en la casa de Anne. Supo que pasaría todo el día con un humor de perros, por lo cual la idea de ir a la escuela no le emocionaba demasiado. A pesar de que reencontrarse con sus amigas le parecía un buen plan, no se sentía lo suficientemente bien como para escuchar los parloteos del grupo.
Fregó sus ojos con fuerza, para luego dejar escapar un quejido de sus labios y mirar al techo. Por medio de la ventana se podían ver algunos rayos de sol, lo cual la incitó a cerrar las cortinas con fuerza antes de seguir recibiendo esa molesta luz en su cara. No, no había despertado por eso tampoco, sino porque los gritos desenfrenados de Isabella al cruzar el pasillo, junto con sus pasos de elefante, que la obligaron a levantarse.
Sus pies descalzos hicieron contacto con el frío suelo de madera, dejándolos tan solo un poco más congelados de lo que ya estaban antes de caminar por toda la habitación hasta el clóset de ropa. De repente creyó que su camisón no era tan abrigado como solía serlo, pues por su espalda corrían escalofríos y sus manos estaban heladas, también se sorprendió al tener que sorber su nariz con tan solo toser un poco.
Buscó uno de sus tantos vestidos rojos, y sin esperar demasiado se lo puso. A su misma vez, tomaba su ligero abrigo de verano y lo colocaba al rededor de sus hombros, después prosiguió a arreglar sus medias y botas. Recordó la vez que veía algo extraño en ellas, luego de prestarle más atención de la debida logró rescatar el hecho de que había estado utilizando unas botas viejas de las cuales no recordaba su existencia. Ató las agujetas y se dirigió al piso de abajo luego de haber recogido la mitad de su cabello con el lazo dorado que había dado por perdido la noche anterior.
Bajó las escaleras con pereza, aún refregando sus ojos y sintiendo una molestia en su garganta. Creyó que la leche tibia podría calmarla un poco, pero se dio con la sorpresa de que ese día bebería jugo de frambuesa. Hizo una mueca al ver su vaso, y mientras tomaba a siento sus padres la miraban con rareza.
