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—Llenare la casa de rosas si sigues trayendo mas—Jack comenzó a reír al comentario de Maya, ella tomo el nuevo ramo que le había traído esa tarde.

—Entonces podrás hacer un jardín— ambos entraron a la pequeña casa de Maya, mientras ella ponía las rosas en agua, Jack miraba el lugar—¿Y Zac?— pregunto al no ver al pequeño ahí.

—Esta dormido, voy por el— estaba nerviosa. Maya estaba nerviosa por su cita con Jack y prefería aprovechar esos minutos que le quedaban para ni verlo; temía que no se sintiera a gusto pasando varias horas con el a solas.

Habia aceptado aquella salida para comprobar hacia donde quería llegar con sus sentimientos, pero ahora se daba cuenta de que no había sido la decisión mas sensata que había tomado.

Tomo las cosas de Zac y después cargo al pequeño cuidando que no se despertara, no quería que comenzara a llorar porque había interrumpido su siesta.

—Listo, podemos irnos.

(....)

—¿A donde vamos?— estaban saliendo de la cuidad y eso alarmaba un poco a Maya. Hace unos 30 minutos que habían dejado a Zac y desde entonces Jack no había dejado de conducir.

—Estamos por llegar—pronto seria de noche y Maya aún estaba apegada a su hijo, llevaba ya treinta minutos lejos de el y lo extrañaba demasiado.

Estaba distraída. Sus sentimientos hacia Jack cambiaban constantemente, y solo había un causante; Lucas. Quería seguir adelante sin el, pero justo cuando lo había decidido se enteraba de que la estaba buscando, solo esperaba que Riley no dijera nada.

Su teléfono comenzó a sonar, causando que su mente regresara. Ni siquiera reviso el numero, simplemente contesto; podría ser algo relacionado con Zac.

—Hola— dijo la voz del otro lado. Maya rodó los ojos y maldijo internamente- No cuelgues- se apresuro a decir.

—¿Que quieres Zay?—desde que había confesado su secreto Maya estaba enfadada con el.

—Solo hablo para verificar que hablaras con Riley, me acaba de amenazar y me dijo que si para mañana no hablabas con ella, vendría hasta México.

—Lo haré mañana, ahora estoy ocupada— sin esperar a que el dijera algo mas, corto la llamada y fijo su vista a Jack, quien mantenía el ceño fruncido mientras su mirada seguía concentrada en el camino.

—¿Es sobre Lucas?—pregunto tímidamente a Maya, la verdad era que el chico prefería evitar mencionar algo al respecto, le causaba curiosidad, pero no quería provocar algo en Maya, algo que involucra el nombre de Lucas.

—No, sobre Riley—ninguno quiso seguir con el tema. Ninguno de los dos estaba cómodo haciéndolo —¿Me dirás en algún momento a donde vamos? No quiero aparecer en las noticias mañana por un secuestro— fue Maya la que hablo después de un silencio. Ambos comenzaron a reír ante el comentario.

—Es aquí— hablo Jack mientras se estacionaba aun lado de la carretera. cuando el auto estuvo inerte Maya no espero para bajarse, estaban justo en un lugar donde podían ver toda la ciudad. Justo el sol estaba ocultándose. La vista era simplemente asombrosa, y Jack había dado justo en algo que Maya admiraba ver.

—¿Te gusta?—pregunto Jack mientras se sentaba sobre el capo del auto.

—Me encanta. Cuando era pequeña siempre me gustaba subir al techo del edificio en el que vivíamos, podía estar horas ahí, y era mejor de noche porque siempre esperaba a que hubiera alguna estrella fugaz para pedir un deseo—Maya se sentó justo al lado de Jack. El la miraba detenidamente.

—¿Cual eran esos deseos?.

—Poder conocer a mis padres, fue absurdo, pero ninguna fotografía tengo de ellos. Katie jamas me dio una- dio un suspiro para tomar aire— ¿Sabes? Cuando conocí a Lili, la hija de Lucas, me hizo acordarme de mi cuando era pequeña, no era la misma situación, pero ella también soñaba con conocer a su madre y cuando tuve la oportunidad de ser yo a quien llamara mamá me llenaba un poco aquel vació, por eso cuando su verdadera madre apareció quise irme, ella siempre había soñado con eso, no podía quitarle su sueño. No muchos llegamos  a cumplir nuestros sueños.

—¿Cuales son los tuyos?—una sonrisa melancólica salio de los labios de Maya.

—Creo que después de ese no tuve tiempo de detenerme y tener un sueño—Jack estaba atento a todo lo que le decía, parecía que jamas había tenido una charla así de profunda con alguien— Al cumplir los doce comencé a trabajar mientras estudiaba, mi único sueño en ese entonces era conseguir dinero para poder seguir estudiando. Soñé en algún momento con el amor verdadero, pero me rompieron el corazón. No pude pagar la universidad, aunque quería seguir estudiando. Mis últimos años se basaron en conseguir algún trabajo, después tu sabes lo que paso— su mirada estaba perdida en el horizonte— No me arrepiento de nada, pero me hubiera gustado poder una pausa para pensar en todo— ella volteo para verlo. El la amaba, estaba seguro de ello, y después de ese momento estaba seguro de ello, y después de ese momento estaba seguro de que había elegido a una chica sencilla, la indicada.   

—Entonces, cierra los ojos— le dijo, estaba planeando algo.

—¿Que?.

—Cierra los ojos, vamos- con una sonrisa Maya hizo lo que Jack le ordeno— Bien, ahora imagina que estas mirando el cielo de noche, como cuando eras pequeña— ambos sonreían, el por solo ver su cara, era confortable ver su su sonrisa llena de emoción— Una estrella fugaz acaba de pasar, vamos, pide aquello que mas deseas, piensa en ese sueño.

Maya pensó en aquello que mas anhelaba. Abrió sus ojos y se encontró a centímetros del rostro de su acompañante. Fue un simple impulso lo que llevo a Maya a acercarse aun mas para besarlo. Quería sentirse amada, simplemente quería olvidar por un momento sus sentimientos aún no resueltos.  

El beso comenzó a subir un poco de tono. Mas pasión había en ello, Jack se levanto un poco, mientras que Maya iba recostándose de a poco en cofre el auto. Se separaron un poco para tomar aire. Ella no estaba segura de lo que iba hacer, no se sentía aun lista para dar el siguiente paso, pero había algo que la incitaba hacerlo.

Dejando nuevamente aun lado sus pensamientos siguió con aquel beso. Jack comenzó a colocarse encima de ella, claro guardando una distancia entre sus cuerpos, subió de a poco la camisa de la chica para tocar con su mano izquierda su vientre.

El teléfono del chico hizo que se separaran. Jack se maldecía por no haberlo apagado. Maya aprovecho el momento en el que el se levanto para acomodar su camisa y pensar en lo que había hecho hace segundos atrás.

—Vamos para allá—fue lo único que Maya logro escuchar de la conversación. 

—¿Pasa algo?— pregunto preocupada.

—Parece que el pequeño extraña a su mamá—ambos rieron. Estaban incómodos, lo que había pasado había hecho cuestionarse algunas cosas.

—Entonces regresemos.

     

      




Buscando A Papá (BAM#2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora