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—¿Que haces aquí?— fue lo único que su boca pudo decir después de un segundo. Estaba nerviosa y sus manos comenzaban a temblar, estaba segura que el la había visto. Sentía que lo había engañado, pero quería creer que todo era un sueño y el no estaba justo ahí, a unos metros mirándola directamente con decepción.

—¡Maya!— Lili había entrado y rápidamente había dado con la cara de Maya. Corrió hasta ella. Maya aún con duda aceptó el abrazo. La pequeña se sentía muy feliz, había estado deseando eso por algunos meses— Te extrañe mucho— se aferró aún mas.

Lili se apartó y con los ojos cristalizados la miró. Maya estaba igual que la pequeña, también la había extrañado. Limpio una lágrima de la mejilla de la niña y le sonrió.

—¿El es mi hermano?— Maya se percató nuevamente de lo que sucedía. Miro a Zac y después a Lucas, quién seguía ahí con una expresión algo difícil de explicar.

—Si— Lili se acercó hasta Zac. Miró a Jack con algo de miedo, no sabía quién era, y por suerte no había visto a Maya y a el besándose; Jack miró a Maya buscando alguna explicación a todo lo que pasaba.

—¿Puedo abrazarlo?— pregunto Lili tímidamente. Maya asintió y miró a Jack para que le entregara a Zac, así lo hizo. Lili se acercó a su hermano y Maya. El pequeño tomó la nariz de Lili haciendo que la niña riera, Maya imitó la sonrisa.

Poco a poco Lili se animó a sostener al pequeño en brazos, mientras Maya lo sostenía un poco para cuidar que el pequeño no cayera. Lucas miraba la escena, le parecía increíble estar ahí. Quería abrazar al pequeño, pero tenía un enredó en sus pensamientos y sentimientos.

Lucas prefirió salir de ahí para aclarar sus pensamientos. Maya lo miró, ella estaba igual de confundida, pero no dejaría que se fuera.

—¿Puedes cuidarlo un momento?—le dijo a Jack. El castaño miraba con un poco de recelo a Maya, había atado los cabos en los últimos segundos y podría asegurar que el hecho de qué aquel rubio estuviera ahí no era nada bueno.

El sólo asintió y tomó al pequeño, quién jugaba con Lili. Maya fue detrás de Lucas. No sin antes de encontrarse con Zay y mirarlo con desprecio. No se lo iba a perdonar.

—Lucas— dijo Maya cuando salió del establecimiento. El al verla comenzó a caminar, lo había engañado y se sentía estúpido por creer que ella aún sentía algo por el. No la había dejado de amar y ella parecía que sí— Espera debemos de hablar— iba detrás de el. No dejaría que se fuera sin aclarar lo que había presenciado, aunque ni siquiera sabía que explicar.

—¿¡Que es lo que debemos de hablar!? ¿¡El como te fuiste o el cómo fuiste cobarde y no decirme que ya no me amabas!?— Lucas estaba furioso, y ella podía entenderlo.

—Debían de ser felices— se justifico. Lucas pasó su mano por su cabello. Estaba frustrado.

—¡Éso es lo que tu querías! ¡Te dije que no te fueras! ¡Me dijiste que no te irías! ¡Fui a buscarte dos días después y ya no estabas!— se sentía culpable. Era cierto lo que le decía.

—Se que no debía hacerlo, pero buscaba lo mejor para todos. Tu y Lili necesitaban una familia— agachó la mirada, se sentía devastada.

—No, no pensaste en nadie, pensaste en ti solamente. Hubiera sido menos doloroso al saber que ya no sentías lo mismo— estaba a punto de llorar delante de ella. Todo era una confusión pero Lucas por ahora no quería hablar o aclarar algo, estaba dolido y prefería pensar para hablar— Espero que pienses en la felicidad de nuestro hijo, porque aunque no lo creas, yo quiero estar con el— no podía. Maya no podía verlo a los ojos, se sentía avergonzada, pero tampoco le salían las palabras para expresarse.

Lucas continuó su camino. Ya después le hablaría a Zay para que se llevará a Lili, la pequeña al menos ya estaba feliz, pero no quería decirle la verdad. Estaba seguro de que Maya no regresaría con ellos.

Maya mantuvo las lagrimas de sus ojos. No iba a llorar, no debía. Estaba dolida, pero debía regresar y si alguno de los presentes notaba las lagrimas seguramente comenzarían con un interrogatorio que preferiría evitar.

Regresó al restaurante. Debía de trabajar y explicarle algunas cosas a Jack.

—En serio perdón— le dijo Zay cuándo la vio entrar. Se sentía mal por lo que había hecho, pero el creía que encontrarse con Lucas todo cambiaría.

—Luego hablamos— le contestó.

—Puedes tomarte el día— le dijo Jack cuando Maya se volvió a sentar juntó con el. Lo miró tratando de encontrar alguna inconformidad en su mirada, pero el la entendía.

—Gracias— tomó de nuevo a Zac en sus brazos— Vamos pequeña— le dijo a Lili. La pequeña sujeto la mano de Maya y con Zac en brazos ambas salieron.

Zay se acercó para seguirlas. Lucas le había mandado un mensaje de que cuidará a Lili, después regresaría con ella.

—Te extraño mucho— habló Lili mientras caminaban hacía un parque que había cerca—  Karina nunca me quiso como tu— el corazón de Maya se encogió ante la declaración de la pequeña.

La miro. Estaba soltando algunas lagrimas, sabía que la pequeña necesitaba hablar con alguien.

—Yo también te extrañaba— la pequeña sonrió. Al menos Maya la había extrañado—Ven vamos a sentarnos— ambas tomaron asiento en una de las bancas del parque. Zay se quedó algunos metros lejos de ellas, tampoco quería evadir la privacidad de ambas.

—Perdóname mamá, fue mi culpa que te hayas ido— las lagrimas de la pequeña salieron. Maya no espero para abrazarla, le dolía verla de esa forma, no sabía que su partida causaría que la pequeña se culpara de aquella forma.

—No, no, tu no tienes la culpa. Tu querías estar con tu mamá, yo fui la que decidió irse. Perdóname tu a mi por dejarte sola— Lili había mojado la blusa de Maya por sus lagrimas. Zac miraba a ambas. Ver a Lili triste había puesto mal al pequeño, y sin saber el porque lloraba abrió sus brazos y se acercó a Lili.

Maya y Lili rieron por la acción del pequeño y nuevamente Zac imitó lo que hicieron. Entré los tres se habían entendido muy bien, pero faltaba alguien mas ahí. Zay al ver lo bien que estaban decidió regresar, tal vez Danna ya estuviera ahí.



Buscando A Papá (BAM#2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora