Había extrañado aquel lugar, ella mantenía la mirada fascinada desde que el avión había aterrizado, realmente había extrañado su país; por su parte Zac se dedicaba a observar con detalle cada cosa, además de la forma en que los demás hablaban, le resultaba extraño a lo que estaba acostumbrado a escuchar.
Al llegar a la casa de Lucas, Lili fue quien decidió tomar a Zac en sus brazos y enseñarle de principio el gran jardín que está poseía, además de que lo llevaría hasta la habitación de juegos, dónde estaban todos sus juguetes.
Maya seguía estática en la entrada. Lucas estaba bajando las valijas del auto, pero al notar como su novia no parecía hacer ningún movimiento decidió acercarse, tomándola de la cintura y besando su mejilla.
—¿Sucede algo?— pregunto tiernamente
—No realmente, solo me parece extraño volver aquí— una sonrisa tierna salió de los labios de Lucas. Se separó un poco para quedar frente a su amada; acaricio la mejilla de ella y se apoderó de sus labios, el beso fue lento y profundo, era inexplicable lo que ambos sentían en ese momento, de nuevo ambos estaban juntos y parecía algo irreal. Maya meses atrás se había hecho la idea de que tanto Lili como Lucas estaban felices sin ella, mientras Lucas se daba por vencido en encontrar el paradero de aquella rubia.
Un llanto hizo que ambos se separaran, alarmados fueron al lugar donde Zac estaba llorando, Lili trataba de tranquilizarlo para que no la regañaran, pero el pequeño no podía dejar de llorar.
Minutos atrás Lili había ingresado con su hermano en brazos a la habitación llena de juguetes, lo había dejado en piso alfombrado para que pudiera moverse por el lugar mientras ellas buscaba algunas cosas para que pudieran jugar juntos, pero Zac había llegado hasta una caja donde había algunos peluches dentro de ella, y un conejo blanco había llamado si atención, pero este estaba un poco lejos de su alcance. Decidío tratar de poner de pie y alcanzarlo por su propia cuenta, pero sus piernas aún no estaban lo suficientemente macizas y aún sujetandose de la caja, termino cayendo y volcando con el la caja y los peluches sobre el.Lili se alarmó al escuchar aquel ruido, fue rápidamente a ayudar a su hermano, pero cuando logro quitar la caja el pequeño comenzó a llorar.
—¿Que pasó?— pregunto Lucas entrando a la habitación seguido por Maya. El corrió hasta el más pequeño para tomarlo en sus brazos y lograr que se tranquilizara, dando unas palmadas en su espalda.
—Quería tomar un peluche y termino tirando todo— Lili realmente estaba preocupada, tanto por si Zac se había hecho daño y por si recibía un regaño.
—Eres un travieso— hablo Maya al notar la actitud de Lili, quería quitarle el sentimiento de culpa que en ese momento tenía.
—¿Está bien?— preguntó la pequeña aún preocupada. Su padre le dedicó una cálida sonrisa, también había notado la preocupación de la pequeña.
—Si, creo que deberé de nuevo adaptar está casa para bebes— Zac dejo de llorar y de nuevo centro su atención en los peluches que estaban esparcidos por el suelo.
—Toma— Lili le entrego aquel conejo que había llamado su atención y Zac lo tomo. Primero tocó las orejas del juguete y después su nariz. Comenzó a reír y los demás presentes lo miraron extraño, no entendían porque se reía, así que en un momento de confusión ellos también se unieron a las risas
...Los días habían pasado y ya era domingo por la mañana. Maya ya se encontraba en la cocina preparando el desayuno, esa tarde habían quedado con la madre de Lucas, pues la mujer se encontraba nerviosa de conocer a su nieto. Eso ponía un poco nerviosa a Maya, temía que la relación que tenía antes se haya destruido después de haberse ido estando embarazada.
Zac despertó y comenzó a jugar con sus pies y manos, estaba instalado en la habitación de sus padres, pues su habitación estaría lista dentro de unas semanas más; Lucas había dicho que quería que su pequeño tuviera la mejor habitación, pero resultaba difícil adaptar en estos momentos una, Maya estaba consiente de que muchas de las cosas que Lucas quería comprar ya no servirían para Zac dentro de unos meses y resultaba absurdo comprarlas.
Zac dejo de jugar y espero a que alguien fuera por el como normalmente cada mañana lo hacían, pero al ver que nadie se acercaba para tomarlo en sus brazos comenzó a llorar, como solía hacerlo cada vez que no obtenía lo que quería. El pequeño se había acostumbrado demasiado rápido a los consentimientos de su padre, y en esos momentos Zac ya era un niño mimado por su padre y hermana, situación que al pequeño le agradaba.
—Tu madre tenía razón, te has vuelto muy mimado— Lucas había despertado después de que Zac había comenzado a llorar, y aunque quería dormir un poco más sabía que el pequeño no lo dejaría.
Lo tomo en sus brazos y volvió acostarse en su propia cama; coloco a Zac en su pecho y volvió a cerrar los ojos, esperando así a qué el pequeño volviera a dormirse.
Zac se apoyo con sus manos en el pecho de su padre y lo observó por unos segundos, se acercó a su rostro para comenzar a molestarlo tocando su barbilla, nariz y boca. Lucas abrió los ojos y entendió que su hijo ya no quisiera que siguiera durmiendo, quería que jugará con el.—¿En serio no quieres dormir un poco más?— le pregunto casi rogandole para que el pequeño volviera acostarse, pero en lugar de eso Zac sonrió con picardía e hizo algunos sonidos con su boca.
Hace uno días el pequeño había comenzado a tratar de hablar, y aunque lo que hasta ahora decía era inexplicable de entender, los demás hacían como que le entendían.
—Esta bien creo que quieres jugar— Lucas lo tomo nuevamente en sus brazos y lo elevó en el aire, comenzando así con las risas descontroladas de Zac, quien sentía adrenalina al encontrarse en el aire y constante movimiento.
...
La tarde había llegado más rápido de lo que Maya había deseado, ahora ya se encontraban rumbo a la casa de los padre de Lucas.
—¿Que sucede?— pregunto Lucas al ver cómo la pierna de la chica temblaba. Si que está realmente nerviosa, pues presentía que la harían volver a sentirse mal por la decisión que habían tomado hace un año.
—Nada, estoy bien— sabía que ella no estaba bien, pero en lugar de seguir insistiendo tomo su mano de ella y la sujeto así hasta que llegaron.
—¡Abuela!— grito Lili cuando la puerta de la casa fue abierta, corriendo hacia donde su abuela se encontraba para abrazarla.
—Ay Lili, querida, cuanto tiempo sin verte— la señora abrazo a su nieta. Por su parte Maya sostenía a Zac, mientras Lucas sujetaba la mano de ella.
—Mira, mamá regreso y el es mi hermano, se llama Zac— la pequeña se acercó de nuevo a sus padres y la mirada de la señora Friar se centro en la rubia que se encontraba sujetando al bebé.
— Pero si es una hermosura— se acercó para tomar en sus propios brazos a su nieto y comenzó a mecerlo mientras Zac trataba de analizar si era buena o mala persona, pero al sentir lo cálido que eran sus brazos y la confianza que transmitía se acercó un poco más para darle un abrazo. La acción tomo desprevenida a la señora, pero no rechazo el abrazo— Y tú cariño, ¿No me darás un abrazo?— pregunto después de unos segundos a Maya.
La chica se sorprendió, pero al ver la sonrisa tan cálida que le daba se acercó para darle un beso en la mejilla como forma de saludo y después un abrazo. Por alguna extraña razón, Zac comenzó a aplaudir, logrando así que los demás rieran.
—Creo que este niño no es normal— hablo Lucas entre risas.
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Buscando A Papá (BAM#2)
RomanceMaya huyó de la vida de Lucas, ellos debían de ser felices, sin ella a su lado. Ahora Lucas es la persona que se encargará de unir a nuestra pareja, pero, ¿Que pasará si Maya no esta dispuesta a ser encontrada? ¿Será un nuevo reto para Lili dejar de...