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Maya toco el timbre por quinta vez deseando que esta ocasión fuera distinto a las cinco anteriores y Lucas abriera por fin la puerta. Había llamado en varias ocasiones a su teléfono y dejado varios mensajes, pero no había respuesta de ellos.

Eran solo las 10, no podía creer que estuvieran durmiendo, cuando en realidad silo hacían. Volvió a llamar al teléfono de Lucas, tres tonos y esta vez si contesto.

—¿Hola?—la voz ronca de Lucas sonó. Maya soltó una pequeña risa al saber que había interrumpido su siesta.     

—Lo siento no quería interrumpir.

—No te preocupes, ¿Que sucede?.

—Estoy afuera, ¿Podrías abrirme?.

—Voy para allá.

Lucas se levanto sujetando a Zac en sus brazos, aunque trato de hacer el menos ruido posible y de moverlo con delicadeza, no logró hacerlo bien y terminó despertandolo. El pequeño comenzó a llorar.

Lo sacó de la habitación antes de que pudiera despertar a Lili y se dirigieron para abrirle a Maya. Zac al ver a su madre se abalanzó hacía ella, Maya lo tomo.

—Creó que ahora nos vamos— habló Maya. Zac ya estaba recostado en el hombro de ella.

—No, quedense ya es de noche— no quería interrumpir en casa de el, aún tenía algo de vergüenza estar con el después de todo lo que había pasado, sentía qué aún no merecía estar a su lado.

—Creó que no será una buena idea— Lucas la miró seriamente esperando que su mirada lograra incomodarla y terminará aceptando.

—Esta bien— sonrió ante lograr su objetivo, se acercó para darle un beso rápido en los labios. La tomó de la cintura y la hizo entrar.

—¿Sabes que te amo?— la llevo con el hasta uno de los sofás, el se sentó y la jaló para que quedará ella justo en sus piernas.

—También te amo—admitió. Lucas le dio un beso, un poco mas profundo que el anterior y éste duro un poco mas.

—Creó que debemos llevar a este pequeño arriba— ambos rieron y Zac los siguió sin entender porque lo hacían.

En un impuesto Lucas abrazo a ambos, hace mucho que había deseado tenerlos ahí, junto a el.

—¿Porque creíste que sería feliz sin ti?— pregunto Lucas. Desde que ella la había dicho el motivo de su partida jamás había logrado entenderlo del todo.

—No lose, símplemente lo pensé— no mentía del todo. La verdad es que en ese momento había sentido celos.

—Jamás los dejaré ir— beso su mejilla y tomó a Zac. Beso también la mejilla del pequeño.

—¿Y que sigue ahora?— un silencio llegó. Lucas suspiro y la miró a los ojos.

—Mañana buscare boletos para regresar a Nueva York, tenemos que regresar a casa antes del lunes— una pequeña punzada sintió Maya en su corazón, a casa regresaría por fin aquel lugar que había extrañado. Sin pensarlo una pequeña sonrisa apareció en sus labios. Al fin se sentía tan feliz.

(....)

La mañana siguiente Lucas había salido a conseguir los boletos para su regreso, se había llevado con el a Zac, pues Lili le había dicho que quería pasar aquella mañana con Maya a solas. Lucas se había reído de la forma en la que Lili se había expresado, pero aún así había terminado aceptando la propuesta.

—Hola— habló Lili mientras entraba en la habitación en la que su padre dormía. Lucas se había ido algunos instantes y Maya seguía dormida, estaba algo cansada, pues la noche anterior después de que hicieron dormir a Zac habían aprovechado el momento.

—Hola hermosa— contesto Maya aún adormilada.

—¿Puedo decirte algo?— a Maya le preocupo la seriedad con la que habló la pequeña, se hizo aún lado y dio unas palmadas en la cama, justo al lado de ella, indicándole a Lili que se sentará ahí, y así lo hizo.

—¿Qué sucede?— pregunto Maya abrazandola. La cabeza de Lili se recargo en el vientre de Maya.

—No te irás de nuevo, ¿Verdad?— la voz de Lili era baja y se notaba el miedo en su voz.

—Claro que no, me quedaré contigo para siempre— Lili se soltó del agarre de Maya y se abalanzó para darle un abrazo.

Cuando se separaron Maya notó un collar que colgaba del cuello de Lili. Lo tomó en su mano sólo para verlo de cerca y asegurarse que era aquel que junto con Lucas habían elegido.

—Era tu regalo de cumpleaños el año pasado— dijo Maya con cierta nostalgia en su voz.

—Lo se. Papá me lo dio antes de venir a México. Quiero poner una foto fe todos nosotros aquí— Lili también lo sujeto con sus manos.

—¿Te gusto?.

—Me encanto— Maya volvió a abrazarla.

—¿Y Zac?— pregunto cuando al fin notó la ausencia del pequeño.

—Papá y el fueron a comprar los boletos para regresar a casa— asintió.

—Entonces hagamos algo juntas— una sonrisa traviesa salió de Lili. Cuando hacían algo juntas siempre terminaban haciendo enojar a Lucas, y eso era la mejor parte.

(....)

Después de haber preparado un desayuno pra ambas, Lili le había propuesto hacer un "salón de belleza" Maya había aceptado y en ese momento Lili se encontraba maquillando a Maya con su maquillaje de fantasía.

Lili había visto hace unos meses una película donde madre e hija habían hecho aquel juego, pero lo había intentado con su madre y todo había salido mal. Le había terminado gritando  por haberle causado un picazon por el maquillaje.

Ahora estaba con su sonrisa terminando de pintar sus labios de color rojo.

—Papá dirá que te vez muy bonita— le dijo Lili.

—Entonces ahora es mi turno— Maya tomó algunas sombras para ojos y comenzó aplicarle el color en los párpados de Lili.

—Me hace cosquillas— contesto Lili tratando de mantener sus ojos cerrados.

El celular de Maya comenzó a sonar. Una videollamada de Lucas estaba sonando, deslizó su sobre la pantalla para contestar.

—Wow, que linda— le dijo Lucas al verla, tratando de contener una sonrisa. Maya rodó los ojos y sonrió.

—Yo lo hice— habló Lili orgullosa apareciendo detrás de Maya para que ambas pudieran aparecer en la pantalla.

—Pero que lindas están las dos— Lucas se encontraba manejando de vuelta al departamento, pero había parado para comprar una pizza así que ahora esperaba a que su orden estuviera lista.

—No necesitas decirlo— Lili y Maya lanzaron con una mano su cabello hacía atrás, sintiendose unas total divas. Los tres rieron.

Zac estaba sentado al lado de Lucas y al escuchar las risas decidió saber que era lo que pasaba. Así que se subió en su padre hasta colocarse enfrente de la cámara.

—Mira quién quiere saludar— Zac no entendía muy bien con quien hablaba su padre, así que Lucas le señaló la pantalla del teléfono.

—Hola mi amor— le dijo Maya. El pequeño se quedó observando la pantalla por unos segundos hasta que que notó la cara de su madre y hermana.

Zac comenzó a reír y le señaló la pantalla a su padre.

—El vuelo es para el miércoles— Maya asintió un poco triste, le costaría despedirse. Lucas lo notó, pero sabía que no era momento de preguntar— Nos vemos en unos minutos, llevo pizza— Lili llevó sus manos hacía arriba celebrando la noticia, provocando que los demás rieran.

Buscando A Papá (BAM#2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora