La Black que se enamoró de Potter II

CAPITULO 6

—¿Qué clase de libro es ese?—pregunté horrorizada.

—¿Se supone que ya los conseguiste no?

—Pues si...pero no vi todos alguno que otro lo consiguió mi tutor.

—¿Tutor?—preguntó confundido—. ¿No vives con tus padres verdad?—ignore su pregunta y seguí caminando-. ¿____?

—Harry creo que la respuesta es obvia y por algo será que no quiero responder.

—Después de todo sigues reservándote cosas para ti—mencionó algo molesto, si tan solo supiera....

—Tengo mi derecho Potter—reí tratando de evadir el tema, tome su brazo—No seas así será en otro momento tonto—le guiñe un ojo y lo guíe hasta las escaleras.
Una rata horrible siendo perseguida por un esponjoso gato anaranjado se metieron en nuestro camino provocando que casi tropezáramos.

Corrieron escaleras abajo donde...
—Te lo advierto Hermione aleja esa bola de pelos de Scabbers.

—Que esperabas Ron es un gato—mencionó obvia.

—¿Gato?, más bien parece un puerco con mucho pelo.

—Ni digas, que eso parece una bola de pelos apestoso, tranquilo Crookshanks ignora a este grosero.

Me asome escaleras abajo y reí.
—Ustedes dos tórtolos me parecen encantadores en verdad—las miradas de ambos se dirigieron hacia mi y Harry pero a mí me acuchillaban con la mirada. Sonreí.

Bajamos las escaleras y abracé primero a Herms y luego a Ron en cambio Harry hizo lo opuesto.
—¿Qué tal las vacaciones?—pregunte a ambos.

—Excelentes mis papas y yo fuimos de campamento—sonrió Herms alegre.

—En cambio nosotros fuimos a Egipto—mencionó Ron orgulloso—. Si miren vengan—nos guío hasta una mesa del caldero chorreante y nos sentamos mientras él sacaba un papel doblado, lo estiro en la mesa y había una imagen de todos la familia Weasley portando atuendos para cubrirse el calor.

—Vaya—mencione asombrada.

—Oh si fue genial—sonrío alegre—. Las pirámides están geniales y hay muchas tumbas.

—Los egipcios adoraban a los gatos—dije Herms indignada.

—Y a los escarabajos—rodó los ojos Ronald.

—¿No estarás enseñando ese recorte otra vez verdad?—dos voces interrumpieron y creo saber de quienes eran.

—No.....claro que no.

—No claro—ironizó Fred—. A menos que confíes en el portero....

—En el cartero—siguió George.

—En la señora que asea la cocina—le arrebató el recorte y se fueron alejando.

—O en la loca aquella de....
Rodó los ojos.
—Harry, ____—volteamos ambos y los señores Weasley se acercaron.

—Hola señora Weasley—saludamos al mismo tiempo mientras recibíamos un gran abrazo y un tierno beso. Típico de una madre pero en el buen sentido.

—¿Ya compraron sus libros?—asentí.

—Si—dijo Harry.

—¿Tus uniformes ya están también Harry?

—También—sonrío.

—Me alegro tanto.

—Señor Weasley—salude primero.

—Hola ____—ambos nos abrazamos y después Harry lo saludo. Mi amiga pelirroja se abalanzó sobre mí y casi me mata.

—Te extrañe tanto.
Reí.
—Yo también Ginny.