CAPITULO 35

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Con pasos apresuradas regrese junto a mis amigos que no tardaron en interrogarme con un montón de preguntas que no tenía ánimos de responder, sin saberlo estuve una hora desaparecida, por suerte inventé algo que pudo sacarme del apuro en el que me había metido, bueno yo no, Sirius. Sin perder más tiempo nos reunimos junto a los profesores y todos volvimos a Howgarts donde un Draco Malfoy después de contar lo de Harry fue reprendido por querer acusar a un estudiante de tal manera, por suerte Harry regreso antes que el y todos nosotros, lo agradecí más no tuve el valor de verlo a los ojos y más después de lo que planeaba hacer, estaba completamente loca. Aún así iba a cumplir mi palabra, apenas me enterara que Black tocara a Harry aunque sea un pelo yo misma lo asesinaba y no importaba que fuera mi familia.

—Fue una suerte que no te descubrieran—Ron le decía a Harry a susurros mientras los cuatro nos dirigíamos a la sala común.

—La verdad es que tiene razón—coincidió de acuerdo Herms, Harry volteo un poco su cuerpo mirándome de reojo.

—¿Porqué has estado tan callada?—respondí con un sonido de duda.

—A la genio se le ocurrió una gran idea en cuanto te fuiste, quería acercarse a la casa de los gritos y eso hizo—luego Herms le relató la demás historia junto a la excusa inventada, era una suerte que ella lo contara sonaba más creíble de ella más que de nosotros, el suspiro resignado.

—A veces eres muy impulsiva no se de donde lo sacaste.

—Lose así me quieres—me acerque a mi mejor amigo y lo jalo un poco más de lo debido para alejarlo de los otros dos, nos miraron raro pero callaron y se enfocaron en platicar con entre ellos dos—. Oye, tienes que enseñarme el pasadizo eh.

Harry me miraba intrigado—. Si alguna vez estoy en problemas me gustaría poder huir de ellos, sería más fácil si me dijeras.

—Puedo enseñártelo, pero no voy a darte el mapa mensa—me dio un golpecito con el dedo, me queje sobándolo, cuando llegamos lo primero que hicimos fue devorar un poco de los dulces que compramos, cuando ya caía la noche y se fueron durmiendo los otros dos en el sillón, solo quedamos Harry y yo acostados frente a la chimenea encendida, aún no podía mirarlo a los ojos.

—Debo admitir....—rompió el silencio para nada incómodo— que escuchar a Malfoy amenizarte por mi culpa fue horrible, debo pedirte perdón yo...

—Harry—interrumpí— no pienses en eso además no era para tanto.

—Tal vez no, aún así espero no vuelva a pasar, ese engreído no te merece, entiendo que no me aceptaras ninguna disculpa pero aunque sea se que te servirá y me disculpo con esto—con su mano frente a mis ojos colocó lo que anhelaba en este momento, intentando disimular mi temblor y emoción tomándolo entre mis manos, un pergamino viejo donde Harry apunto su varita—. Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.

Una exhalación de asombro salió involuntariamente de mis labios cuando en grandes letras el mapa de la nada se envolvió en tinta negra dejándome ver apodos extraños "Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta tienen el placer de presentar El Mapa del Merodeador"

—Lo comparto contigo esperando que si lo necesitas algún día, te ayude.
Abrí con cuidado el mapa topándome con la respuesta que más necesitaba.

—Esos son....

—Si, muestra a todos, a cualquier hora, en cualquier lugar, aunque creo que no muestra lugares como la cámara de los secretos—señaló con su dedo un lugar— este fue el pasadizo de hoy, algún día podemos usarlo en caso de huida—reímos porque sabíamos que era cierto, éramos capaces de meternos en problemas serios, sería una buena idea.

Me reincorpore colocándome en posición de indio, Harry continuo acostado utilizando sus manos como almohada, analice fijamente el mapa y por un buen rato busque lo que ansiaba, cuando me di cuenta estaba cansada, no encontraba nada. ¿Había sido una mentira?

Gire mi cabeza en dirección a Harry quién con una vaivén tranquilo en su pecho dormía plácidamente, suspire apartando su cabello de la frente dejándome ver la cicatriz con cuidado la analicé con el todo era anormal ¡Exacto!
Mire una vez más al mapa buscando los rincones más conocidos, incluso en los que jamás pensaría que se encontrara.

"Petter Pettigrew" casi me atraganto con mi propia saliva cuando leo el nombre del que se supone debería estar muerto. Si era quien decía Sirius y el mapa no se equivocaba....entonces Petter estaba vivo y el maldito arruino tanto la familia de Harry cómo la mía. Ahora solo tenía que ir en busca de lo siguiente, ahora ya sabía que necesitaba y así pagaría, tenía el presentimiento que nada de lo que viniera a continuación sería fácil....en el momento de Harry se enterará tal vez rompería cualquier vínculo con él pero si le probaba que decía la verdad, espero que Sirius no mintiera (en el fondo lo deseaba), tal vez me perdonaría.

Una semana después estaba como loca buscando por todos lados, no encontraba ni el papel y menos a Petter, no podía volver a pedir el mapa a Harry o sospecharía, tenía que pensar en algo más, antes de que algún dementor se me adelantará y Sirius terminara muerto, entre la caminata rápida choque con alguien cuando entraba a la sala común.
—Auch.

—Pe-per-dón—con el ceño fruncido me topé frente a Neville Longbottom, quien miraba nervioso a sus lados sin dirigirme una mirada directa, recogió rápido sus cuadernos que cayeron en el suelo junto a él me agaché recogiendo dos ellos, al reincorporarnos se los pase— gra-gra-cias—me los arrebato con prisa y salió tan rápido como pudo por el retrato.....algunas cosas no cambiaban, decepcionada baje la mirada suspirando tan pronto como llego ese sentimiento desapareció.

BINGO. En el suelo estaba un pequeño trozo de pergamino con tinta negra escrita en el, eso necesitaba

La Black que se enamoró de Potter IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora