CAPITULO 9

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—¿Déjame ver si entendí entonces solo escapó para encontrarte?—preguntó Ron.

—Si.

—Pero lo atraparan todo el mundo está detrás de él—intervino Herms—. Además Hogwarts es un lugar seguro—me mantuve callada mientras los escuchaba, observaba la lluvia caer y lo hermoso que se veía el paisaje así, no es que no me interesara pero para bien o para mal era mi padre.

—Y de verdad crees que si no logro burlar a todos, ¿no lo hará esta vez?—mencione sería y sin mirarlos.

—Pues no lose.....—admitío. Negué con la cabeza y suspiré.

—Nadie había escapado de Azkaban antes—me dio la razón Ron, me pare y estire, después tome mi mochila y me la colgué en mi hombro.

—Con su permiso, voy a cambiarme no tardó, ademas ya casi estamos por llegar y les sugiero que hagan lo mismo—mi tono se mantuvo serio y abrí la puerta. Hace ya un rato habíamos quitado las cortinas.

Antes de cerrar la puerta Harry me miro preocupado y le regale una sonrisa de lado, ojalá que no notara lo desanimada que estaba, fingir nunca se me a dado bien y es agotador...
Camine buscando un vagón hasta que lo hallé, entre cerrando la puerta tras de mi y me senté después aventé mi mochila a lado mío y di un gran suspiro mientras me tomaba el cabello. MUY frustrada.

—¿Como lo haces?—pregunte.

—El que.

—El guardártelo todo, no entiendo cómo lo lograste, soy pésima en esto—mire enfrente y sus ojos color miel me miraban con calidez.

—____, en algún momento Harry sabrá la verdad pero hasta entonces tú debes cuidar de él, aunque quisieras hay cosas que no se pueden cambiar tarde o temprano lo entenderá y te perdonará.

—Remus es que....agh...ese niño va a volverme loca, por un lado tengo ese sentimiento de culpa por que estoy con él a pesar de que Sirius hizo lo que hizo y luego pienso oh vaya si se enterara me odiaría y terminaría por perder lo único bueno que a surgido en esa escuela—Remus tomó mi mano y sonrió, tratando de reconfortarme.

—Me parece que necesitas un suspiro, quédate aquí un rato, no me molesta tu presencia pequeña—me sonrió, me coloque a su lado recargue mi cabeza en su hombro y puso su brazo alrededor mío abrazándome.

—Sabes yo ens....—un freno agresivo detuvo el tren, me quite del abrazo—. ¿Qué fue eso?

—No tengo idea—miro alrededor y abrió la puerta buscando algo. Se sentó con cara de preocupación y yo me paré, otro freno que me envió directo al suelo. Después se comenzaron a apagar las luces.

—Rayos...—Remus miraba en el exterior del tren.

—No se si sea Sirius, ___—nos miramos—. Ve con el, yo veré que sucede—asentí y me logre parar, camine por el pasillo viendo la cara de miedo de cada uno de los alumnos, un viento gélido llego a mi cuerpo y me heló la sangre hasta los huesos, me abrace a mi misma y seguí.
Los vidrios comenzaron a congelarse y mi aliento se sentía como si estuviera en la misma Alaska. No, no era Sirius, pero era algo igual de malo.

La Black que se enamoró de Potter IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora