La Black que se enamoró de Potter II

CAPITULO 30

—Harry—lo intercepté de camino al dormitorio, cómo le explico que no quiero que mate a mi padre por más que sea un mal nacido—, entiendo tu furia pero debes pensarlo mejor, estoy segura de que tus padres jamás querrían que te convirtieras en asesino.

—Eso nunca lo sabré—respondió brusco—. Ellos están muertos.

—Harry intenta ser razonable—me apoyo Herms.

—Entendemos que te sientas de esa manera, estás furioso, pero no lo vale—también aporto el pelirrojo.

—¡No!—se volteó a nosotros haciéndonos chocar a los tres—. ¡Ustedes nunca lo sabrán! Por que ustedes no escuchan el grito de su madre siendo asesinada cuando los dementores andan cerca.

—No hables por todos los presentes—mencione con el ceño fruncido.

—Hasta donde se nunca te has desmallado cuando ellos están cerca.

—Será mejor que cuides lo que dices—proseguí.

—No te vengas a hacer la que me entiende, tus padres no fueron asesinados frente tuyo.

—Calla y detente ahora mismo Potter estás actuando como un idiota—lo fulminé.

—Déjenme solo—subió a su dormitorio y nos dejó a los tres, intercambiamos miradas sin saber qué hacer.

Al día siguiente la sala común comenzó a vaciarse ya que todos los alumnos se iban para navidad, yo tenía que quedarme, Herms y Ron también se quedaron por Harry. Herms y yo nos dirigimos a la habitación de los chicos, ambos ya estaban despiertos completamente vestidos con algo cómodo y nosotras también teníamos algo cómodo. Revolví la cabellera del azabache.

—¡Feliz Navidad amigos!

—Feliz Navidad __—respondió el pelirrojo dándome un abrazo, al cual respondí, acercó una caja de regalo—. Te lo manda mamá.

—Es un encanto—sonreí y lo abrí, un suéter tejido a mano color escarlata con la inicial de mi nombre estaba doblado en la cajita—. Dile de mi parte que muchas gracias—asintió—. De todas formas le enviaré una carta con Pecks.

—Feliz Navidad __—Harry me abrazo y correspondí al instante, lo conocía lo suficiente para saber que el tema de ayer no quedó ahí, pero ahora era navidad y teníamos que celebrar. Estiró sus manos y me dejo ver una caja escarlata, la tomé con los ojos abiertos ya que no esperaba nada de su parte, en el interior había bollos de Bath.

Mis ojos se iluminaron.
—Gracias—le susurre con gran emoción, tomé uno de ellos e introduje en mi boca saboreando hasta el último toque de fruta.

—Tórtolos—voltee al pelirrojo y la castaña, ambos se sonrojaron molestos—. Esperen aquí ¿quieren?

Sin decir más tomé la mano de Harry y lo jalo en dirección a mi dormitorio.

—Recuerdas el viaje a Hogsmeade, el primero.

—Como olvidarlo—contestó—. No pude ir con ustedes, fue molesto.

—Si bueno ese día yo traía dos cajas, una no tiene gran importancia.

—Nunca me comentaste que eran—abrí la puerta, lo solté y me dispuse a buscar la caja escondida debajo de mi cama—. Aunque estoy seguro de qué tal vez tenías tus razones para no decirme,cómo la mayoría del tiempo.

—Exacto—sentí la caja, bingo—. Bien e aquí la razón.

Me incorpore y estire mi mano con la caja de envoltura gris y un lindo moño hecho a mano de color azul, sus ojos se abrieron sorprendidos.
—Espero que no sea una declaración—río y lo tomó en sus manos desenvolviéndolo, se sentó en mi cama, reí también.