Capítulo 7

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Aurora

Solo faltan unos minutos para que el sol desaparezca en el horizonte. Kamel se remueve inquieto mientras ajusto las correas de su uniforme.

—quédate quieto, cariño —le digo —. Si no queda bien sujeta se te caerá la espada.

—eso tiene doble sentido —Paris llega nuestro lado en compañía de Luc —. Debes tener cuidado con los comentarios que haces frente a Kota, ese tipo tiene una mente pervertida.

—no me preocupa eso —termino de ajustar las correar que sostienen la armas de Kamel y sonrío satisfecha —. ¡listo!

—es incómodo —se queja el caído —. Nunca he llevado cinturones de armas.

—son prácticos cuando esas armas no se adhieren a tu alma.

Le doy un pequeño beso y lo acompaño a sentarse en una banca. Somos los únicos en el patio, los demás nephilim no han llegado y Kota no ha aparecido en todo el día. Ayer estuvo ayudando a Kam a acostumbrarse a su nueva vida, pero solo se ha acercado a nosotros para aquello. Por un momento temí que se hubiera ido sin nosotros, descarté la idea apenas me di cuenta que nadie más se había ido. Kota no partiría solo a una misión suicida ¿o sí?

La puerta del patio se abre y Mérida entra junto a su hermano Gabriel. Ella me sonríe y se acerca a abrazarme, sorprendiéndome en el acto.

—estoy emocionada de conocer a alguien de mi edad —me comenta emocionada —, espero que lleguemos a ser amigas.

Le sonrío. Pienso en mis compañeros de clase, aquellos que conocí en mi entrenamiento con mamá. Perdí el contacto con ellos en cuanto me informaron que me traerían a la escuela.

Los demás llegan después de ellos. Todos están listos y emocionados por la aventura que vamos a vivir. Creo que para ellos esto es una misión que les ayudara en su profesión, parece ser que solo yo y Kota comprendemos lo que implica llevar a cabo todo este alocado plan.

Es irresponsable, lo sé. Yo no tengo más experiencia que ellos, Kamel es un ángel caído que aún no ha logrado acostumbrarse a su nuevo cuerpo y Paris no tiene ninguna experiencia militar.

Si estuviera en otra posición, me burlaría de nuestro grupo. Lamentablemente, necesito seguir adelante.

Kota aparece justo cuando la luz natural se extingue. Nos ordena alinearnos dejando a Calix para el final junto a Dina.

—vamos a correr lo más rápido que podamos, lo más lejos de aquí posible —nos dice —a unos siete kilómetros hay un oasis protegido por magia angelical. Debemos llegar allí antes del amanecer si queremos seguir con vida para mañana.

Asentimos. Sus instrucciones son aceptadas con seriedad por todo el grupo.

—cuando lleguemos al oasis trazaremos una ruta hasta el bosque de Azrael, intentaremos refugiarnos en las cuevas subterráneas —continúa explicando Kota —. Desde allí, tendremos que luchar para poder adentrarnos en alguna ciudad maldita. Nos llevara un mínimo de cinco días llegar a alguna, pero solo desde allí podremos comenzar a rastrear a nuestro objetivo. ¿pensaron un nombre?

—¿nombre? —pregunto.

—será elegida —responde Dina —. Hija de tormentas y princesa de hielo.

—son un poco obvios —dice Kota —. Quedémonos con Elegida. No podemos referirnos a Kalliope con su nombre. Puede que Gustav sepa que vamos hacia él, debe tener espiar y hechizos por todo el desierto. En cuanto a Aurora —me mira —, elegida dos.

Elegida de los cielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora