Capítulo 18

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Kalliope

Nuestro nuevo huésped desierta con lentitud. Banyan me esconde detrás de sus alas al notar el ligero movimiento del desconocido que descansa en el suelo.

En medio de la bruma que nubla mi mente veo al sujeto abrir los ojos y levantarse del suelo. En toda su altura casi alcanza a Banyan, en la luz del ángel a mi lado se distinguen sus ojos azules y el tono moreno de la casi inmaculada piel que recubre su rostro.

Esta vestido con una túnica azul desgarrada en el dobladillo y un par de botas negras. Me observa con los ojos entrecerrados por un omento antes de notas las alas de Banyan.

—¿eres...? —tartamudea en voz rasposa —tus alas...

—¿Quién eres? —pregunta Banyan

—ah... mmm... soy Stefan, un...un hibrido

—¿Qué haces aquí?

—yo, ah... no estoy muy seguro...al parecer... yo... mi padre... ah...

—¿puedes decir una frase completa? —lo interrumpe el ángel.

Veo a Stefan retorcerse las manos y realizar una mueca incomoda. No podría decir si es tímido o nos tiene miedo, en este caso ambas cosas serian razonables. Si está aquí con nosotros no debe ser nada bueno, es más probable que este prisionero en este horrible lugar.

—yo soy Kalliope —murmuro. Stefan alza la mirada hacia mí, el ángel se tensa en su lugar —, él es Banyan. Somos prisioneros.

—un gusto conocerla, señorita —dice nuestro nuevo compañero —. Aunque... no tan bueno

Se rasca la nuca nervioso. Salgo de detrás de Banyan y vuelvo al rincón donde estaba al principio.

—¿sabes porque estás aquí? —le pregunto a Stefan.

—no. Me atacaron en la calle un grupo de brujas y desperté aquí —se encoge de hombros —¿Dónde estamos?

—en la guarida del hijo del diablo.

—ah...

Stefan frunce el ceño, como intentando decidir si creerme o no. Banyan se sienta junto a mi entregándome calor con sus alas.

—¿tienes una hermana? —me pregunta Stefan. Lo veo frunciendo el ceño —. Lo siento... yo... es que te pareces a alguien que conocí hace un tiempo.

Lo observo por un momento intentando deducir sus nuevas intenciones. Hace un rato no podía hablar con fluidez y ahora realiza una pregunta directa hacia mí. Es increíble la confianza que puede tomar una persona en tan solo un instante, sin embargo, no veo razón para ocultar quien soy.

—se llama Aurora —digo —, es mi gemela

—¡vaya! —exclama Stefan —. La prin...eh...heredera de la Orden de Rafael.

—¿la conoces?

—la vi una vez —Stefan se sienta en el suelo frente a nosotros, lo suficientemente cerca para aprovecha el calor que emite Banyan —. Fue hace un tiempo, pero me acuerdo mucho de ello...

Sabía que mi hermana había tenido alcance con algunas criaturas de este mundo, pero desconocía el nivel de relación que tuvo con ellos. Stefan parece tener un cariño por el recuerdo de mi hermana, su expresión y el tono que utiliza para referirse a ella me hacen pensar que ella fue importante en su vida, sin importar el tiempo en que la conoció.

No sé si es simplemente un hombre solitario o tiene un aprecio por Aurora. De alguna manera, ya no me importa. Lo único que puedo hacer aquí encerrada es... nada. Ni siquiera puedo esperar algo que no se si sucederá, Kota vino por mí, pero murió antes de poder siquiera hablar de verdad. Probablemente mis hermanos lo encontraron ya, el debió contar lo que sucedió pensando que soy el monstruo que muchos creen que soy.

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⏰ Última actualización: Jun 19, 2020 ⏰

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