Elegida de los cielos

Capítulo 13

Aurora

—respira profundamente y piensa en ella

Kamel me observa atentamente mientras intento sentir alguna señal de mi hermana en mi interior. No hay nada, por lo que suspiro con frustración.

—tengo que practicar esto mas seguido —digo frunciendo el ceño. Kam toma mi mano.

—ya lo lograras, no te desanimes

Se baja de la cama poniéndose de pie. Hemos estado todo el día intentando contactar con mi hermana, pero mi vinculo con Kalliope parece haber desaparecido, no hayo rastro de él.

Mi novio ha estado atento a mi progreso -aunque sea nulo- trayéndome comida y agua cuando lo necesito. Vigila, principalmente, que no me desmaye por el esfuerzo de entrar en trance.

Kota nos visita en nuestro cuarto cada tres horas, con cada vistazo a nuestras actividades, mas ansioso se vuelve. Es obvio que no solo está aquí por su deber, también ama a mi hermana y necesita saber si esta bien. Él mejor que todos sabe lo que ella podría llegar a sufrir.

Es por ello, que si Kota esta nervioso, yo me pongo nerviosa. Kam intenta calmarme, pero no logra nada con sus palabras y sus cariñosas distracciones.

—necesito salir de aquí —digo. Kam da la vuelta con un plato de arroz y carne seca que han dejado para nosotros —. Me volveré loca.

—solo llevamos dos días en este lugar y ya te estas rindiendo —dice. Vuelve a sentarse frente a mí en la cama.

—no es rendición —suspiro. Tomo la cuchara que me tiende y tomo un bocado de arroz —, es supervivencia.

Ríe suavemente, acaricia mi mejilla y me mira con ternura.

—mañana haremos algo fuera de este cuarto. Lo prometo.

Sonrío posando la mejilla en su mano. Comemos en silencio, el lugar que nos rodea es tan silencioso que cualquier cosa que hagan los demás habitantes de la mansión se escucha. Oímos a Paris regañar a su prometido y a este pedirle perdón. Los demás parecen divertirse con su quehacer.

Al terminar, me pongo la camiseta que he encontrado para usar como pijama. Kam prefiere dormir en ropa interior, aun no se acostumbra a su vida semi humana, por lo que siempre esta entre el calor y el frio.

—cuando todo esto termine iremos de compras —le digo acostándome a su lado en la cama.

—¿me compraras un pijama? —me pregunta pasando su brazo por mi cintura, atrayéndome hacia sí.

—no, quiero que compremos una casa —murmuro —, para los dos.

—puedo construir una...

—como lo he dicho, eres muy anticuado.

—¿anticuado y romántico?

Lo miro a los ojos sonriendo. Ha apagado la vela que nos iluminaba, pero deduzco, casi siento, que también se divierte con la conversación.

—por eso te amo

Rodamos por la cama entre risas.

_____♥_____

Tal vez no pueda hablar con mi hermana, pero aquella noche sueño con ella. Todo es una confusión de imágenes que se proyectan en mi mente sin control.

Al despertar me encuentro mareada y confusa. Una parte de mi se siente exitosa de haber encontrado el vínculo, aunque parezca está cerrado herméticamente.