Capítulo 12

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Kalliope

—cariño, ¿ya estas lista? —pregunta Gus. Le miro con una sonrisa en el rostro.

—solo me termino de maquillar y estaré lista —digo.

El se acerca a mi y toma un mechón de mi cabello. Algo en mi interior se retuerce, pero esta tan perdido que no reconozco el sentimiento.

—ya estas hermosa así —dice Gus. Me sonrojo por sus palabras.

—entonces ya estoy bien

—perfecta... —sonríe.

Camina y abre la puerta para que yo salga primero. Me miro por ultima vez en el espejo, ahogo la extraña sensación que quiere brotar en mi corazón y salgo junto a Gustav.

Lucifer nos espera en el rellano de las escaleras. No sonríe, pero si me admira de pies a cabeza, provocando que me sonroje otra vez.

—los vampiros estarán encantados —dice a Gustav.

—espero que con esto reforcemos su lealtad

—créeme hijo, esas criaturas nos son muy leales.

Comenzamos a caminar por la casa hasta llegar a un gran salón. La sensación de familiaridad del momento me abruma por un instante, Gus me mira antes de adentrarnos en el salón en medio de aplausos espontáneos.

Esta guapo, hace tiempo que no veo a Gustav tan apuesto como hoy, no que sea, pero me encanta estar aquí, a su lado. Mi corazón late mas fuerte cuando estoy cerca de él, mi vientre hormiguea de una manera increíblemente agradable.

Sin embargo, a pesar de todos excitantes sentimiento, se que algo no esta del todo bien. Se que es, pero no puedo definirlo y exteriorizarlo bien, por lo que lo atribuyo a la excesiva atención. No estoy acostumbrada a ser parte del espectáculo.

Caminamos hasta el centro del salón, cuando todo queda en silencio, Gustav toma mi mano y rodea mi cintura. La música comienza lenta hasta convertirse en un melodioso vals. Nos movemos sintonizados, al ritmo del otro sin necesidad de improvisar. Es una danza única que solo nos pertenece a nosotros.

Lo veo a los ojos, tiene una mirada tan hipnótica, mi sangre corre por mis venas de la emoción que siento por su cercanía. Es perfecto, haría cualquier cosa por él.

Eso creo.

Al terminar el baile, los invitados aplauden a nuestro alrededor. Gustav me acerca a si mismo todavía más.

—estas hermosa esta noche, mi reina —dice en mi oído — me sonrojo expertamente por sus palabras. Es como un príncipe...

Lucifer se acerca a nosotros sonriendo.

—Kalliope, querida —me saluda —, ¿te gustaría bailar conmigo?

—por supuesto —sonrío. Gus me mira orgulloso y me deja en manos de su padre.

Cuando me suelta y Lucifer me atrapa en sus brazos, mi sonrisa y letargo desaparecen.

—ya ves como funciona esto —murmura Lucifer al momento de comenzar a bailar —. Mi hijo tiene la consideración de dejarte vivir, es más, te hace el honor de ser su esposa y tu lo rechazas cada vez que puedes.

—su idea del honor y la piedad son extrañas, señor —murmuro para evitar gritarle. Armar un escandalo en medio de un salón lleno de vampiros nunca ha sido una buena idea —. Al parecer su hijo prefiere una esclava, no una esposa.

—antiguamente las mujeres se callaban y dejaban a los hombres las decisiones.

—que bueno que los tiempos han cambiado.

Elegida de los cielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora