Sedecim

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Gruñí al sentir como Yoongi acaba dentro por tercera vez, viendo como contenía el enterrar sus colmillos en mi cuello, deseaba morderme tanto como yo deseaba que lo hiciera, gemí de nueva cuenta al sentir como salía de mi interior.

– Vamos a la cama, Yoon, no quiero terminar durmiendo en el piso de mi estudio –Murmuré sobre sus labios, sonrió en respuesta y me tomó en sus brazos para luego caminar a mi habitación y recostarnos ambos ahí–.

– Nunca pensé que estaría contigo de esta forma –Murmuró acariciando suavemente las facciones de mi rostro, sonreí besando sus dedos que se pasearon por mis labios creando un hormigueo–.

– Ni yo, pero aquí estamos y es lo mejor que me ha pasado, no entiendo como fui tan estúpido, yo...

– Shh... –Susurró sobre mis labios para luego dejar un corto beso–. Eso ya es pasado

– Pero te herí

– Ya no importa, lo que realmente importa... es que aquí estás, conmigo –Sonrió suavemente y besó mi frente haciéndome suspirar–.

– Muérdeme... sé que lo ansías tanto como yo, quiero sentir el éxtasis completo junto a ti

– No sabes lo feliz que me haces –Murmuró sobre mis labios para luego posicionarse sobre mí y lamer mi cuello tan eróticamente que no pude evitar jadear y gemir en anticipación, ladeé mi cuello estirándolo y me estremecí al sentir sus afilados colmillos–.

– Ah... –Gemí al sentir como volvía a entrar en mí, mi cuerpo estaba tan sensible, ya no daba más, pero sabía que de esta forma alcanzaría tal éxtasis que me haría tocar el cielo y el infierno–. Yoongi! –Grité al sentir como alcanzaba mi punto haciéndome delirar, mis caderas hormigueaban adormecidas ante tanto esfuerzo y cuando a la quinta arremetida en mi punto dulce enterró sus colmillos, grité de placer, cerrando mis ojos mientras lágrimas de placer caían por mis mejillas, mis dedos enterrados en su espalda buscando dónde sostenerme–. Yoon! –Medio grité y medio gemí su nombre al sentir mi doloroso orgasmo arremeter duramente en mi sistema, mis sentidos nerviosos convulsionaron en espasmos, mientras sentía mi sangre correr tan rápido por mi venas, sentía como él bebía de mí, podía sentir su excitación de estar bebiendo mi sangre, lo sentí lamer mi cuello y supe que ya había acabado–.

– Mierda... eso fue... diablos –Murmuró, sonreí besando sus labios y mordiendo su labio inferior hasta crear una pequeña herida, lamí las pequeñas gotas de sangre que brotaron de su labio calmando mis temblores y sonreí más tranquilo–. Eres tan malditamente sensual

– Lo sé... pero... juro que no doy para otra más –Murmuré divertido entre jadeos, él sonrió y se posicionó a mi lado para abrazarme y besar mi hombro y cuello–.







– Jimin! –Fruncí el ceño mientras me giraba sacando mis audífonos, era muy temprano en la mañana para que me estén gritando, pero mi mueca de molestia cambio al ver a Jungkook, pero mi ceño volvió al darme cuenta que pronto el sol estaría en su máximo y... ha cierto, el tónico, crema, lo que sea–. Hyung!

– ¿Me has dicho Hyung? Tú eres el viejo ahora, Jungkookie –Dije respondiendo efusivamente su abrazo–.

– Cierto, ahora soy el Hyung aquí, pero mis papeles dicen lo contrario –Dijo levantando sus cejas de forma sugerente–.

The Intended  (1º Libro) ¡EN FISICO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora