Viginti Duo

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– ¿Jimin? ¿Estás bien? –Yo negué–.

– Necesito ir con Yoongi hyung –Dije levantándome rápidamente–.

– Son las 5 de la mañana, Jimin, no vas a encontrarlo, debe estar alimentándose en algún lugar –Miré a mis amigos y salí en silencio luego de tomar mi chaqueta–.


Sabía lo arriesgado que era salir en la situación en la que nos encontrábamos, si ese maldito me encontraba sólo antes de yo encontrar a Yoongi, estaría acabado, pero iba a arriesgarlo todo, estar en verano era una desventaja en estos momentos, el sol salía temprano, así que tenía poco tiempo para poder encontrarlo, agudicé mis sentidos y recorrí casi toda la ciudad dándome por vencido cuando los rayos del sol iluminaron poco a poco el cielo y la ciudad, suspiré caminando en dirección desconocida, lo cual, no fue tan desconocida al percatarme en el lugar que me encontraba, había venido 2 veces aquí, pero con eso fue suficiente para que mi cuerpo recordara el camino de forma inconsciente, miré el edificio y suspiré, Yoongi vivía en el último piso, entré de forma sigilosa y me adentré por las escaleras, subí 5 pisos y luego entré al pasillo para tomar el ascensor.


– Vamos Jimin... solo debes tocar la puerta

Solo entra –Me tensé al escuchar la voz de Yoongi en mi cabeza y tomé la manilla para luego abrir y entrar–.

– Jimin –Miré a Jungkook y a Taehyung, Yoongi no estaba cerca–.

– ¿Qué haces aquí? Largo –Me tensé ante la dura y poco humana voz de Taehyung–.

– Tae... basta

– Cállate Jungkook, no vas a venir a defenderlo después de todo –Dijo con desprecio–.

– Por lo mismo lo voy a defender, Taehyung, ya basta, Jimin no tiene la culp-

– Si la tengo –Dije luego de tomar una gran bocanada de aire–. Tengo la culpa por dejarme llevar, pero no soy el único, todos quieren que siga un camino, me empujan a ello, pero nadie pensó en si yo quería seguir ese camino, todos ustedes me estaban arrastrando a ser quien no soy

– Eres malditamente el mismo Jimin! –Taehyung apretó su mandíbula y cerró sus ojos suspirando luego de decir eso–.

– No, yo no soy ese Jimin, él y yo somos personas distintas, si fuéramos el mismo, hubiéramos vivido de igual forma, pero no, él y yo tenemos distintas visiones de la vida, así que dejen de decir que somos el mismo, Jungkook, ya no necesito que cuides de mí solo por el hecho de que Jimin siempre cuidó de ti y te protegió, no soy él, así que basta, ahora necesito hablar con Yoongi

– ¿Crees que dejaré que te acerques a mi hermano luego de tu discursito de mierda? estás putamente loco –Miré a Taehyung desafiante–.

– Yoongi es lo suficientemente mayor para tomar sus decisiones y yo igual, así que no tomaras decisiones por nosotros –Dije frente a él, estaba decidido–.

– Primero te mato y luego veremos si hablas con él en tu próxima vida –Sonreí de lado al sentir su mano rodear mi cuello y empezar a apretarlo lentamente–.

– Hazlo, mátame, será la única forma de impedirme ver a Yoongi y así nos ahorramos problemas con ese maldito de Moto por unos años más –Murmuré–. Mátame

– Tae...

– Aléjate Jungkook –Vi a mi amigo ser empujado brutalmente–.

– Taehyung –Ambos nos giramos, el agarre de Taehyung se debilitó un poco y pude tomar aire, entonces cuando Yoongi se acercó, me dejó caer, ni siquiera me di cuenta cuando me había alzado del piso–. Suéltalo y largo de mi casa

The Intended  (1º Libro) ¡EN FISICO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora