La chica de las Apuestas [En Edición]

Capítulo 23

—Eres la última persona que esperaba ver —dice molesto — ¿acaso no te ha quedado claro cuando me largue de tu casa? ¿a qué has venido Sam? ¿Que mierda quieres?

—Debemos hablar.

— ¿Debemos hablar? —alza las cejas —te equivocas, tú has dejado todo claro, no tenemos nada de qué hablar.

—Solo déjame explicarte.

—Mejor lárgate, estoy entrenando —dice volviendo a encestar golpes contra la bolsa. Veo que sus nudillos sangran.

Me acerco hasta que quedó a un lado de él y de la bolsa de boxeo.

—Hunter detente, necesito que me escuches.

— ¿Escucharte? —se detiene — ¿escuchar que, Sam? ¿otra de tus mentiras, de tus patéticas excusas? Ya me quedó claro que no valgo nada para ti, mejor lárgate de aquí, lárgate de la ciudad, vete a misionar.

—Tome esta decisión antes que todo esto pasará, incluso antes de conocerte. Sabía que mi vida seria irme a misionar por el mundo, pero luego cuando tu llegaste todo cambió, todos mis planes, toda mi vida.

— ¿Sabes que? no te creo nada —dice encestando otro golpe.

—Hey —le tomo del brazo —detente, tus nudillos están sangrando.

La bolsa de boxeo tiene pintas rojas por todos lados.

Me quita la mano de encima.

—Me da igual.

—Hunter...

— ¿Que, Sam? ¿qué más quieres decirme? Ya me quedó claro que esta decisión la tomaste tu sola, nadie te obligo. Tu decidiste irte y dejarme.

—Esto no se trata de ti, entiéndelo.

— ¿Ah no? —alza una ceja cabreado — ¿entonces de quién? es a mi a quien dejas, ni siquiera fuiste capaz de decírmelo ¡Joder! ¿tanto te costaba ser sincera? entiendo que le hayas mentido a todos sobre quien eras, pero ¿y yo? ¿porque tuviste que ocultármelo a mí?