Capítulo 1

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De cinco peleas callejeras yo siempre me veo involucrada en una, y no porque sea destino o mala suerte, sino porque me gustan y además me ayudan a conseguir dinero, dinero fácil.

¿Sabían que a los hombres se les hace difícil aceptar que una chica quiera pelear a golpes con ellos? Muchos terminan negándose antes de siquiera proponerlo. Es a que a nadie le gusta ver como un hombre golpea una chica y sale de ahí victorioso, eso casi nunca sucede, pero hay excepciones y es ahí cuando pierden, porque se confían, porque me subestiman.

Al principio nadie apostaba por mí. Solo un ingenuo pondría todo su dinero a favor de la chica. A menos que aquella chica fuese mejor en los golpes que cualquier hombre. Esa soy yo. 

Tengo un título en las peleas, me han apodado Coin (Moneda). No me agrada, pero me he acostumbrado a él, y si lo analizas bien, entenderás por que soy una moneda. Tengo dos lados, dos vidas diferentes.

— ¿Crees que ganaras esta noche? —pregunta Alex —pareces entusiasmada.

—No lo sé —me pongo mis botas —creo tener suerte, siempre la tengo —le guiño un ojo.

Alex sonríe, mientras me tiende mi chaqueta.

— ¿Sabe tu padre que saldrás esta noche?

—Le he dicho que iré a estudiar a casa de Jenny, si le digo la verdad sabes que sería capaz de llevarme a un internado o a un convento o aun peor, a la casa de mi abuela —me pongo la chaqueta y me miro en el espejo.

—No creo que sea tan malo quedarte en casa de tu abuela.

—Eso lo dices porque no lo conoces —me maquillo los ojos. 

—Seguro que con eso ningún chico querrá golpearte.

—Es mi arma a favor —le sonrió al espejo y muevo varias veces las pestañas.

—Entonces vamos, Jenny nos debe estar esperando —agarra su chaqueta y salimos de mi habitación.

Papá no está, anda en la iglesia, hoy tiene reunión con la comunidad. El es el pastor y yo por supuesto soy la luz de sus ojos, su santa hija. Tengo suerte de que aún en la iglesia no se han enterado de mi doble vida. 

Jenny nos espera en el Jeep, mi mejor amiga. Es una morena de piernas largas y cabello ondulado.

— ¿Qué es eso? —me mira a los ojos — Hoy te has maquillado demás, ¿es una trampa?

La miro de pies a cabeza, se ha puesto sus típicos jeans rasgados y además ni siquiera se ha maquillado, es bueno pasar desapercibida dentro de las peleas. 

—Algo así —me encojo de hombros —he escuchado que vendrán algunos chicos que practican lucha libre. 

Alex se sienta atrás.

—No creo que ellos sean rivales para ti Sam, has ganado todas las peleas de este mes —lo miro por el espejo retrovisor mientras Jenny pone el auto en marcha.

—Lo sé, pero prefiero tener un arma a favor a no tener nada.

—Samy, eres la mejor, lo sabes, tienes todo a tu favor.

—Soy una chica, recuerda que eso es lo único que está a mi favor —no ganaría muchas peleas si no fuese porque soy mujer.  

—Exacto, y eso es bueno —exclama Alex —es buenísimo, he oído que subirán las apuestas esta noche.

— ¿Saben con quién peleare?

Jenny mueve la cabeza de un lado a otro.

—Dicen que es un tipo recién llegado a la ciudad, un misterio.

La chica de las Apuestas [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora