«LAS NIÑAS PEQUEÑAS SOMOS PELIGROSAS, BELLAMY BLAKE, NOS VESTIMOS DE PIEL DE OVEJA»
Despues de tres años de vivir encerrada en la carcel del Arca, Lyanna Valjean es liberada junto con 99 criminales, enviados a la Tierra para averiguar si el planet...
"¿A que te refieres? Me dijiste que soy libre de irme"
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CON UNA MIRADA perdida Lyanna Valjean vio el gris muro de su celda. Con un suspiro, tomó el carboncillo escondido debajo de su cama y comenzó a dibujar debajo de esta; arboles, flores, La luz del sol, caballos y distintos animales. Todas esas cosas que había aprendido en los dibujos de los libros. Lyanna siempre tenía una gran curiosidad cuando se imaginaba la Tierra. Los rayos del sol en su piel, la lluvia cayendo en pequeñas gotas de agua y mojando su cabello, el olor a tierra mojada, la humedad y la sensación de enterrar sus manos en la tierra del suelo, dejando sus uñas y dedos sucios. Asi era como ella imaginaba la Tierra, hermosa y pura, una lastima que ella vivia en un sueño pero lo sabia muy bien; la Tierra era una pelota de radiación pura, el aire era toxico, y todos los animales y flores con los que Lyanna soñaba probablemente se habian vuelto nada. Jugó entre sus dedos con el collar de piedra amatista que habia sido de su abuela, mientras que al lado de el dibujo de una margarita, dibujó un gran circulo y 17 velas dentro de él, y escribio "Feliz cumpleaños". En realidad su cumpleaños era en unos días mas...¿o era hoy? No, su cumpleaños era en el día de visita, por lo que sería en un par de días mas, pero de todas formas lo hacia cuando su cumpleaños se aproximaba, y ahora su cumpleaños se aproximaba: su cumpleaños numero 18. Solo habian dos cosas que la separaban de su inminente muerte; su edad y su padre. Él la adoraba, para Jean Francois Valjean la mas preciada e importante persona en el universo siempre iba a ser Lyanna, él nunca se habia enamorado de una mujer, nunca habia amado con tanta fuerza a una persona, con tanta dedicación, nunca habia conocdio el amor hasta que Lyanna habia entrado a su vida. Su abuela tambien podia haber sido una razon para seguir estando con vida, pero ella ya habia muerto, ahora lo unico que Lyanna tenia con ella de su abuela era el collar de amatista y el anillo de dragon de plata; la unica raliquia familiar, que pasaba de padres a hijos.
—Joyeux anniversaire pour moi— dijo en Frances y sopló las velas imaginarias, no deseando tres deseos, sino solo uno; que la matarian pronto, lanzandola al vacio y que Jean Valjean no se atormentara por su muerte.
La carcel o "caja del cielo" como le decian, era sin duda un lugar mucho mejor que en el que ella habia crecido, pero hubiera sido mucho mejor si Lyanna hubiera sido criada por Valjean, de solo imaginar una vida completamente diferente hacia que llorara de rabia. Lyanna habia hecho un muy buen amigo, su mejor amigo hasta ahora, un lindo chico llamado Finn Collins, él, como todo el mundo sabia lo que Lyanna habia hecho para ser encarcelada, pero de todas formas se habia acercado y la habia animado para sonreir, negandose a dejarla en paz hasta conseguir una sonrisa, tambien ella habia conocido a la novia de Finn: Raven, una linda y divertida chica, y por supuesto tambien estaba Octavia, que habian sido amigas mucho antes de estar encerradas. Lyanna sonrio al recordar a Octavia Blake, las dos eran completamente diferentes, Octavia enfrentaba sus miedos, decia lo que pensaba, trataba de matar a sus demonios y era sin duda una chica valiente, pero Lyanna se consideraba a si misma debil, callada y sin duda no tenia la fuerza de eliminar sus demonios, habia aprendido a convivir con ellos y no la dejaban tranquila, aunque siempre habia sido asi, su infancia y adolescencia se habian basado en eso; vivir entre demonios y mantenerse callada.
—Prisionera 24601, tienes una visita—la voz del guardia hizo que Lyanna levantara la mirada del suelo. El guardia veia un poco inquieto al enorme hombre que habia entrado en la celda con él, les dios a ambos una mirada despectiva—. Haganlo rapido
—¡Lyanna!—exclamó el hombre enfrente de ella con alivio.
—¿Papa?¿De verdad estas aqui?—preguntó Lyanna conteniendo las lagrimas mientras lo abrazaba de vuelta, Lyanna era tan pequeña; medía 1,57 y su padre casi 1,90, por lo que cuando lo abrazaba ella podia escuchar su corazon, el cual su latido tranquilizaba a Lyanna.
—Si, mi corazón, pero esto tiene que ser rapido. Lyanna, van a sacarte de la celda, ya no estaras encerrada.
Lyanna lo vio boquiabierta por un par de segundos, ella dejaría la celda, dejaría el confinamiento, sería libre, ella ya no estaría bajo las garras de su madre, Lyanna estaria con su padre, los dos vivirian una vida feliz juntos, la sola idea de vivir con él hizo a Lyanna llorar de felicidad en el pecho de Valjean.
—Pére, estaremos....¿estaremos juntos porfin?—preguntó Lyanna, su voz mas aguda de lo normal.
La cara de su padre cambió de alivio a decepción, habia hecho una mueca —Non, ma cherie, pas encore— "No, mi niña, aun no"
—¿A que te refieres? Me dijiste que soy libre de irme. Por fin vamos a poder vivir como una familia feliz, tu y yo, papá, y por supuesto Diago—dijo ella, hablando mas fuerte y dolorosamente con cada palabra que decía. El hombre parecia a punto de llorar, ver a su hija llorar, tan frágil como la primera vez que la vio; temblando y con una triste mirada, casi desesperada. Pero los segundos de silencio fueron interrumpidos por gritos y conmoción en las otras celdas, Lyanna abrazó a su padre, mucho mas asustada, ella no tenia miedo a morir, siempre creyó que estaba un poco muerta por dentro, pero la idea de la vida de Finn y Octavia....Lyanna estaba realmente asustada por los chicos que eran completamente inocente.— ¿Los van a matar a todos? ¡Yo tengo dieciocho! No todos ellos ¡Es una masacre!
—No, Lyanna, la Tierra, tu y 99 delincuentes seran enviados a la Tierra, escúchame Lyanna no tenia opción, tuve que ponerte en esa nave. No esperare sentado a ver como te flotan y mueres, Mira, ten esto, lo recuerdas? Tu abuela lo hizo para ti, cuando tenias frió—el hombre paso la caperuza roja que le llegaba hasta los pies a la chica, se la ató mientras Lyanna aun seguía tratando de procesar la noticia que su padre le habia revelado, la Tierra...¿Ella iria a la Tierra?, cuando Lyanna porfin pudo levantar la mirada, confundida vio a su padre, y luego vio su caperuza roja con afecto. Pero el guardia que habia dejado pasar a su padre, habia entrado abruptamente con un brazalete de metal, mientras que otro guardia con mucho respeto estaba llevandose a Valjean fuera de la celda.
—Je t'aime Lyanna—dijo su padre.
—¡Papá! ¡Pére!—Lyanna gritó tratando de luchar contra el guardia que la estaba reteniendo pero su padre le habia dado una ultima mirada antes de desaparecer, pero era inútil, el hombre era mucho mas fuerte que ella, y en cuanto el hombre habia puesto sus manos en las caderas de Lyanna, ella saltó asustada, muchos guardias habian ido a verla, a hacerle bromas de mal gusto sobre su madre, o poner una mano en su muslo, en el mayor de los casos. Con una lagrimas corriendole por la mejilla , Lyanna susuró: "Je t'aime aussi" El guardia con hostilidad tomó la muñeca de Lyanna y le incrusto el brazalete de metal, haciendo que diera un jadeo y el guardia la vio con una sonrisa de burla y de superioridad, que hizo a Lyanna sentirse muy pequeña junto a él, su macabra sonrisa hacia a Lyanna dar gracias a los dioses que no estaria con él.
—Me dijeron que eras sin duda la mujer mas hermosa en toda el Arca, no lo crei hasta ahora. Una lastima que solo seas un juguete bonito, pero uno usado—Lyanna estaba callada, aceptando el comentario, sin resistirse mientras el guardia le agarraba con fuerza el cuello y la sedaba, mientras Lyanna comenzaba a ver borroso,las ultimas palabras que escucho fueron
—Espero que la radiación no te mate...eres una preciosura. Pero en las ultimas palabras que pensó fueron la de su padre. Je t'aime. Te amo.