«LAS NIÑAS PEQUEÑAS SOMOS PELIGROSAS, BELLAMY BLAKE, NOS VESTIMOS DE PIEL DE OVEJA»
Despues de tres años de vivir encerrada en la carcel del Arca, Lyanna Valjean es liberada junto con 99 criminales, enviados a la Tierra para averiguar si el planet...
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Habían pasado días desde lo que había sucedido, desde que Lyanna casi se había hecho el cerebro papilla de nuevo. Nadie hablaba de eso y ella lo apreciaba, ni siquiera Bellamy o Finn quisieron sacar el tema a colación .
Ahora Lyanna estaba junto a Octavia, ayudando a colgar la carne en donde la asaban y guardan para comer. Un chico, Del, caminó con leña en sus manos, dejando caer demasiados pedazos en el fuego y haciendo un estupido comentario que hizo a Lyanna rodar los ojos.
—No quieres que el fuego sea muy grande, así que trata de bajarlo con un par de hojas mojadas—Octavia sugirió.
—¿Sabes eso por tu novio? ¿El terrestre?—Lyanna lo vio con irritación
—Ayúdanos o solo vete...por favor—ella dijo amablemente.
—Ella tiene razón, no quieres que el fuego sea muy grande—Murphy dijo en la entrada, asintiendo—. Una gran hoguera no preservará la carme tan bien.
—¿No puedes soportar el calor? Sal de aquí—Del gruñó—. Deberías estar besándonos el trasero por dejarte estar de vuelta en el campamento.
—¿Por favor puedes solo concentrarte?—Lyanna preguntó amablemente.
—¿Bellamy no podía conseguirles un trabajo mejor a ustedes dos? Cualquier cosa sería mejor que trabajar aquí. Digo, tú eres su hermana y bueno tú...algo así como su mejor amiga—Murphy cuestionó, viendo a las dos chicas.
—Oh, probablemente—Octavia dijo.
—Pero eso significaría que alguien más tendría que hacerlo—Lyanna completó la frase, y ambas sonrieron, aveces completaban las frases de la otra sin darse cuenta.
Trabajaron un poco más de tiempo, Lyanna tarareaba una canción de cuna, feliz de no ser un obstáculo y ser útil, bueno, hasta que la pequeña casa llena de comida estalló en llamas.
Lyanna no sabía donde estaba, no veía a Octavia ni a Murphy, solo las llamas que danzaban alrededor de ella como lenguas de fuego, el humo llenó sus pulmones y comenzó a ver borroso y su mente...recordó a la khalessi de la cual Diago siempre hablaba, la llamaba. "La que no arde," porque la Khalessi tenía sangre de dragón en sus venas.
—Son nuestros ancestros...¿eso significa que yo también tengo sangre de dragón?—Lyanna preguntó cuando era una niña.
Diago río.
—Podrías tener la sangre de los lobos o los leones, pero estoy seguro que la sangre de los dragones fluye por tus venas, Lyanna.
La khalessi no se quemaba Y tampoco lo haría ella.
Lyanna sabía que iba morir, algún día, pero no quemada, ella tenía sangre del dragon, ella no iba a morir por las llamas.
—Soy la sangre del dragón. Soy la sangre del dragón—ella murmuró mientras veía un poco la puerta que estaba a punto de caerse, Lyanna corrió lo más rápido que pudo, se tropezó en la puerta y salió rodando. Rodó un par metros, tosiendo, pero una vez se sentó en el suelo, suspiró aliviada, aún tosiendo un poco y respirando aire puro. Vio a Octavia a unos metros de su lado, y a Murphy que veía con mucha ira a Del.
