Capítulo 11

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Sasuke se ofreció para ayudar a Hinata a hacer la cena y así distraerla un poco, tenían que hacer cena para seis personas ya que Taka estaría al llegar. Hicieron sopa miso, arroz cocido, el curry de Sasuke, un par de tortillas con verduras y un poco de té verde.

Sasuke le dijo a la azabache que mientras él ponía la mesa, que fuese a ver como estaba su hermana. El Uchiha aun podía ver su rostro de preocupación, ¿cómo se le ocurría a nadie hacerle eso a su esposa? Él sabía que lo que le había pasado a Hanabi no era un accidente entrenando duro, seguramente el Hyuga se había enterado de que ambas hermanas habían hablado y quería vengarse.

Taka llegó con algo para el postre y se sentaron a la mesa, escuchó unos murmullos femeninos y al mirar hacía la puerta se encontró con ambas hermanas. Hanabi llevaba un pijama de Hinata, esta última la venía ayudando a caminar hasta que se sentó en la silla. Saludó a todos los presentes e Hinata se los presentó y la presentó a ella. Sirvió a Hanabi un poco de todo, ya que no podía moverse demasiado bien.

-El arroz con curry de Sasuke-kun está delicioso, ya lo veras – Hinata le sonreía con aquella sonrisa maternal que ella siempre tenía aunque no se lo propusiese-.

Los demás estaban sorprendidos por verla así, pero no preguntaron que era lo que le había sucedido. Algo temerosa Hanabi probó el curry y enseguida sus ojos se le iluminaron, para Sasuke eso no pasó desapercibido.

-Es como el de mamá - se había quedado sin palabras mirando a su hermana-.

Sasuke se quedo sorprendido. Hinata nunca le había dicho nada respecto a eso. Siguieron cenando, mientras hablaban sobre cualquier cosa los seis, aunque el azabache era un mero espectador de vez en cuando participaba en la conversación. Cuando terminaron de cenar Suigetsu y Karin despejaron la mesa solo dejando los vasos de té. Sasuke se levantó para preparar mas té. Después Suigetsu puso la caja de la pastelería en medio de la mesa, Sasuke sirvió el té en los vasos y dejó la tetera en el centro de la mesa.

Menos el Uchiha todos comieron pastelitos mientras conversaban de cualquier cosa, ya era tarde cuando terminaron y era hora de irse a la cama. Taka se fue a su casa y mientras Sasuke recogía Hinata acompañó a su hermana hacía la habitación para acostarla en la cama. Hanabi se acostó e Hinata simplemente la tapó.

-Nee-san perdóname por estar causándote siempre molestias- dijo Hanabi mientras que la miraba a los ojos y su hermana le dedicaba una bonita sonrisa-.

-Hanabi tu nunca me molestas – la azabache acarició la mejilla de su hermana, aunque parecía muy fuerte aun era joven-. Ahora debes descansar, para que mañana puedas encontrarte un poco mejor.

La castaña sonrió a su hermana para después cerrar los ojos. Hinata salió de la habitación caminando a la que compartía con su esposo, el cual al traspasar la puerta la esperaba sentado en el filo de la cama. Caminó a paso lento hasta que se sentó al lado de su marido y cogió su mano entrelazando los dedos, sabía que lo que él quería era que le contase que era lo que le había pasado a su hermana. Sasuke no preguntó simplemente la dejó tranquilizarse para que fuese ella quien lo contase todo.

-La puso a entrenar con los mismos ninjas de élite de los que te defendí. Por mucho que ella pidió parar el entrenamiento mi padre siguió dándoles ordenes de seguir. Dice que paró cuando ya estaba en el suelo totalmente derrotada, antes de irse le dijo que eso era lo que le pasaba por hablar conmigo – ella le había apretado mas la mano y apoyado la cabeza en su hombro-.

Dos almas encontradas ( SasuHina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora