Dos almas encontradas ( SasuHina)

Capítulo 12

Hinata lavó y secó sus manos antes de caminar para atender a la persona al otro lado de la puerta. Cuando salió al pasillo sonrió al ver a Sasuke salir del baño con su pijama, caminó tranquila hasta llegar a la puerta. Al abrir antes de siquiera ver quien era recibió un golpe en medio del pecho, que la mando un poco lejos. Dio con su espalda en el escalón de la tarima y al abrir la boca para quejarse, de sus labios salió sangre y un quejido de dolor.

Hinata miró hacía la puerta, quedándose algo estupefacta al ver a su padre con la mirada furiosa. Por el ruido del golpe enseguida aparecieron Sasuke y Hanabi, en el rostro de la joven se podía notar la sorpresa de ver así a su hermana, pero en el de Sasuke solo se veía la furia.

-¿Cómo se atreve a venir a mi clan a agredir a mi esposa? – La voz del azabache destilaba furia por cada rincón, se acercó al Hyuga-.

-Deberías decirle a la inútil de tu esposa que se meta en sus asuntos – el Hyuga miró a una parte detrás del azabache viendo como su hija pequeña ayudaba a la mayor a sentarse, mientras la segunda tenía cara de dolor y la mano en el lugar en el que había recibido el golpe-.

-No se ha metido en ninguno de tus asuntos – Sasuke soltaba veneno por su boca-.

-Si es porque estoy aquí fui yo la que vine – dijo Hanabi decidida al lado de su hermana, cuidando de ella-.

-Tu cállate, volverás ahora mismo al clan – el viejo Hyuga pudo ver como el joven azabache se interponía en su campo de visión-.

-Va a ser que no, Hanabi solicitó su entrada en el clan Uchiha y los papeles se están tramitando – Hiashi se quedó sin habla y su rostro se puso blanco-. Debido al maltrato que sufrió puedo aceptarla – Sasuke tenía en su rostro una sonrisa de prepotencia-.

-No puedes hacer eso – su rostro se puso rojo de furia-. Es mi heredera y boicoteare esa...

-Yo se lo pedí -Hanabi apareció al lado de Sasuke ayudando a Hinata a mantenerse en pie-, pero aplazaría esa solicitud todo lo que fuese necesario si dejas de agredirnos y ordenar que nos agredan a mi hermana y a mí. Sino me temo que dejare que la solicitud siga su curso – dijo Hanabi sería y con la voz bastante seca-.

-Mañana te quiero en casa o juro que destruiré el distrito – dijo amenazando a Hanabi-.

La castaña asintió sosteniendo aún a su hermana. Aunque la azabache intentaba ocultar el dolor, se notaba que no podría aguantarlo por mucho tiempo. Aquello le dolía tanto, se notaba que su padre había usado toda su fuerza disponible en ese momento. Hiashi empezó a darse la vuelta, pero antes de que aquello tuviese lugar el azabache cogió al Hyuga del cuello del Yukata.

-Como vuelva a hacer daño a mi esposa, no saldrás muerto, pero te juro que sufrirás lo que te quede de vida por todo lo que le has hecho – lo miró con el Mangekyo activado-.

El azabache estaba realmente furioso, no paró hasta que no sintió la mano de Hinata sobre su brazo, fue entonces cuando lo soltó mientras lo miraba bastante mal. El Hyuga se fue envuelto en una nube de humo, fue entonces cuando Sasuke se volvió hacía Hinata. Tenía la boca manchada de sangre y cada vez estaba mas pálida, casi no podía sostenerse en pie.

-Sasuke hay que llevarla al hospital, lo que sea que le haya hecho no ha sido con el puño suave. Sus puntos de chakra están bien, no hay ninguna obstrucción.

Sasuke cogió a Hinata entre sus brazos creando un portal hacía el hospital. Los tres lo traspasaron, Hanabi bastante histérica pedía que se atendiese a Hinata enseguida. Ante la negativa de Sasuke de que otros la llevaran hacía la habitación, le tuvieron que decir la planta y el número diciendo que la llevasen allí y enseguida iría la doctora. Cuando llegaron la doctora ya estaba allí, el azabache la dejó en la camilla y la doctora les pidió a los dos que saliesen de la habitación. Ambos, hermana y esposo, se fueron a la sala de espera. Era un agobio para los dos tener que estar ahí sentados, esperando a saber que era lo que le había pasado. En apariencia Sasuke estaba tranquilo, mientras que Hanabi estaba que se la llevaban los demonios porque no podía con los nervios. Su padre había hecho daño a su hermana por su culpa y eso la afligía mucho.